Alexandra Eala: ¿La nueva cenicienta?
Sacudió Miami con tres victorias ante ganadoras de Grand Slam, a los 19 años y sin haber pisado aún el Top 100. Analizamos junto a Mariana Díaz Oliva el pasado, presente y futuro de la filipina.
No vamos a mentir. Alexandra Eala estaba totalmente fuera de nuestro radar para Miami. Nunca imaginamos que la joven filipina iba a escalar hasta las semifinales de un WTA 1000 sin tener las credenciales suficientes y viniendo de un país con nula tradición tenística. Tenía apenas un triunfo en un WTA 125 en los últimos dos años, nunca había cruzado la barrera del Top 130 y su antecedente inmediato era una derrota en segunda ronda del W75 ante la suiza Valentina Ryser, de 24 años y N°266 del mundo. Ni siquiera parecía ser una rival de riesgo para la local Katie Volynets, su oponente en el debut. Y la tumbó. Y también a Jelena Ostapenko, Madison Keys e Iga Swiatek, con un guiño a favor en el medio por el retiro de Paula Badosa. Y tuvo en jaque a Jessica Pegula por el boleto a la definición, aunque finalmente cayó en tres sets. Nada mal, ¿no?
La explosión de Eala, obviamente, no fue de la noche a la mañana. Como todo, conlleva un proceso. Y también mucha fortaleza mental, porque parece una pavada pero irse de tu país, de tu casa, abandonar amigos, familia y costumbres en busca de un sueño siendo todavía una niña no es para cualquiera. Hay que estar segura para realizar semejante sacrificio, más allá de las condiciones o dones que uno tenga.
Eso sí, tenía ADN deportivo en su familia: su madre Rosemarie "Rizza" Maniego-Eala fue medallista de bronce en los Juegos del Sudeste Asiático de 1985 en los 100 metros espalda. “Sabía que esto era lo que quería hacer, así que fue un buen paso para convertirme en profesional”, cuenta Eala sobre lo que tuvo que atravesar a los 12 años tras recibir una beca para la Academia de Nadal en Mallorca luego de ganar el tradicional torneo junior Les Petis As.
Semifinalista de Roland Garros Jr. en 2020 y campeona del US Open Jr. en 2022, Eala en Miami rompió la barrera inicial al vencer a Ostapenko y convertirse en la primera filipina en derrotar a una Top 30. Ahí se convenció de que todo era posible. Sin presión, suelta y con un juego que invita a soñar, dejó en claro que lo suyo no era un oasis y también se sacó de encima en sets corridos a la estadounidense Madison Keys, reciente ganadora del Australian Open.
“Es una buena jugadora”, analiza Mariana Díaz Oliva, 42° WTA en 2001 y hoy entrenadora y formadora de jóvenes tenistas en su Academia en Buenos Aires. “Tiene buen revés, pero me impresiona más su derecha dado que en el circuito femenino actual la gran mayoría tiene mejor revés que derecha”, profundiza sobre las cualidades de la zurda flipina de 19 años. “Saca a una buena velocidad. Tiene buenos tiros y va por todas las pelotas. Es luchadora, algo que hoy creo que lo tienen todas. Es muy raro que no veas a alguien matándose en la cancha”, agrega.
El mejor golpe de Eala, no obstante, está fuera de las pistas. Hace menos de dos años se graduó de la Academia de Nadal y recibió el diploma de manos del propio Rafael y de su “madrina” Iga Swiatek en una foto que recorrió el mundo. Toni Nadal, director de la Academia hasta hace un año y medio, disfrutó de sus triunfos desde su box en Miami: “Es una chica en la que siempre he creído; para nosotros es un éxito porque es la que más tiempo lleva con nosotros, casi seis años entrenando aquí. Está demostrando el potencial que tiene: derrotar a la número cinco y a la número dos en el mismo torneo no es tarea fácil. Cuando derrotas a jugadoras de este calibre, significa que, con una ligera mejora en tu juego, puedes estar entre las mejores del mundo. Tiene un golpe plano muy complicado; ha gestionado muy bien los momentos difíciles de cada set. Creo que se ha hecho un buen trabajo en la ARN; hay que felicitar a todos los implicados en su desarrollo”.
Y el vínculo con la Academia Nadal no es todo: hace unos años que es representada por la poderosa agencia IMG, con mucho peso en el deporte y dueña, incluso, del torneo de Miami. Gracias a eso se hizo presente en el cuadro del WTA 1000, a raíz de una invitación especial. Y no es la primera vez: también le dieron el pase al main draw en 2022 y 2023, ambas veces sin victorias, y el acceso a la clasificación en 2021 y 2024, con balance de un triunfo y dos derrotas.
“Venía dando pasos en el profesionalismo y ganando buenos partidos, por algo arrancó en Miami en el puesto 140 del mundo, pero también es muy ayudada con los wild cards. Todo ese camino que cualquier otro lo tiene que transitar jugando torneos más chicos y ganando muchos partidos, ella tal vez al jugar torneos más grandes de movida, gana una rueda y es como si hubiese ganado un torneo de 50.000. Es más fácil transitar el camino con esa ayuda”, explicó Díaz Oliva.
Al racimo de invitaciones en Miami, hay que sumarle otros ocho wild cards. Y desde bien temprano en su carrera. El primero, en el ITF 25K de Las Palmas en 2020, cuando aún no tenía ranking y unas semanas antes de que conquistara -con 15 años- el ITF 15K de Mallorca. El segundo, su primera experiencia en Miami; y el tercero, con 16 recién cumplidos, en el WTA 250 de Cluj en 2021, donde logró su primera victoria en el circuito grande frente a la argentina Paula Ormaechea, quien venía de la clasificación. Luego se sucedieron invitaciones en el ITF 60K de California en 2022, año en el que también le dieron el pase a la clasificación del WTA 1000 de Madrid. Y posteriormente, WC para los cuadros principales del WTA de Madrid en 2023 y 2024, del WTA 500 de Abu Dabi 2024 y el WTA 1000 de China en 2024.
"Soy la misma que hace dos semanas", remarcó Eala tras su notable actuación por Miami. "Es un gran paso, sin duda, pero no puedo dar por hecho que esté consolidado. Solo tengo que mantener la cabeza baja, seguir trabajando, y los resultados llegarán si sigo por este camino", señaló la filipina, quien será 75 del mundo desde el lunes. Una mirada sana, sin dudas. No todas son Mirra Andreeva. Y la rusa, vale aclarar, sobrevivió un año y medio dentro del Top 100 para recién meterse entre las 10 mejores del mundo este año tras un inicio de temporada espectacular con los títulos en los WTA 1000 de Dubai e Indian Wells. De hecho sólo habrá tres jugadoras menores de 20 años en el Top 100 desde el lunes: Andreeva, Eala y la neocelandesa Maya Joint, en el puesto 81.
"Le va a ir bien, pero no creo que a un corto plazo se meta, para decirte una cosa, entre las 20 mejores del mundo. Sí que puede seguir sumando partidos, victorias, experiencias e ir progresando y en un futuro meterse entre las 50, después entre las 30, y así, pero vamos despacio”, explica Díaz Oliva sobre Eala, quien cuenta con otro guiño a su favor. Es de Asia, una región geográfica que viene ganando mucho terreno en la WTA a fuerza de capitales. La pandemia no obstante frenó un poco esa avanzada, sobre todo, por China. Tal vez Eala vuelva a encender esa llama con sus raíces filipinas, en un mercado en el que la japonesa Naomi Osaka transita por terrenos irregulares y la china Qinwen Zheng aparece como única cara dentro del Top 40.
“Venir de un país chiquito puede tener una atracción en su momento, y sobre todo porque sea asiática, donde hay muchos torneos y mucha plata, pero también creo que si fuese de un país como Italia, Francia o España sería todavía más importante, porque son los que terminan moviendo el mercado y son los países que más le interesan a las grandes marcas”, agregó Díaz Oliva.
Solo el tiempo descubrirá el futuro de Eala. ¿Será la nueva Cenicienta?