Apertura 2025: arranca otro campeonato
Después de la fase inicial, comienza la etapa de Playoffs en la que 16 equipos irán en busca del título. Entre el sábado y el lunes se disputarán los ocho cruces de octavos de final.
Si algo caracteriza a la organización del fútbol argentino es la inestabilidad: los formatos de los campeonatos cambian año tras año. No sólo se alteran los sistemas de disputa; también se han modificado reglas sobre la marcha. El punto cúlmine del despropósito llegó cuando, a poco del final de un torneo, se redujeron —e incluso se suspendieron— los descensos.
Entre tantas modificaciones, un día —y en plena pandemia— nació la llamada "Copa Maradona". Con el paso del tiempo, ese torneo fue mutando: primero se transformó en la "Copa de la Liga" y este año adoptó el nombre de "Torneo Apertura". Una etiqueta que remite a aquellos campeonatos de los años ’90 y 2000, aunque sólo en lo nominal. En aquel entonces participaban 20 equipos y se enfrentaban todos contra todos en una sola rueda. Hoy, con la extravagancia de contar con 30 equipos en Primera, el certamen se divide en dos zonas de 15. De allí surgen los ocho mejores de cada grupo, que desde hoy se cruzarán en duelos mano a mano para definir al campeón.
Si bien el formato ofrece una alta dosis de emoción, también tiene sus particularidades: en estas condiciones no siempre se consagra el mejor equipo, sino aquel que logra ser más utilitario o el que encadena una racha positiva en el momento justo. El título, muchas veces, termina en manos del oportunista de turno, más por circunstancias que por consistencia o regularidad.
En estas condiciones, este sábado arranca la etapa más electrizante del torneo: 16 equipos sueñan con llegar a la final, prevista para los primeros días de junio en el estadio Madre de Ciudades, en Santiago del Estero. Para alcanzar esa instancia, deberán superar tres obstáculos. El primero, los octavos de final, se juega condicionado —en algunos casos— por el desgaste de la fecha de Copas Libertadores y Sudamericana disputada entre semana.
A partir del sábado, las cartas se ponen sobre la mesa. Lo que está en juego no es menor: años de construcción institucional, tranquilidad dirigencial y futuro inmediato, todo reducido a 90 minutos o, si hace falta, a una definición por penales. Para el imparcial, será momento de comprar pochoclos y disfrutar del nerviosismo ajeno; para el hincha, en cambio, se vienen jornadas de máxima intensidad coronaria e inevitable hipertensión.
Un nuevo torneo comienza. Y desde acá, en Insiders, vamos a intentar darte un panorama claro de lo que vas a encontrar en los ocho partidos de la primera fase que inician el show, un “producto” en su máxima expresión.
San Lorenzo - Tigre
Se enfrentan dos equipos que priorizan la presión alta y el error ajeno antes que la tenencia y el control del juego. Son conjuntos que se sienten más cómodos cediendo la iniciativa, delegando responsabilidades y apostando al desgaste del rival. Por eso, el partido promete ser una batalla de presiones cruzadas más que una exhibición de fútbol. Ganará el que se equivoque menos, porque de eso se va a tratar este cruce.
Habrá que estar atentos a las pelotas paradas: ambos equipos las defienden mal y lo han sufrido durante toda la fase regular.
La frutilla del postre: por primera vez en sus vidas se enfrentarán padre e hijo en un campo profesional. Miguel Ángel Russo estará en el banco del Ciclón, mientras que Ignacio, su hijo, será el número 9 del Matador de Victoria. El destino quiso que uno busque hacer feliz a su gente... y amargarle la tarde a papá.
Rosario Central - Estudiantes
El equipo de Holan fue el líder de su zona y su principal virtud fue la regularidad. Todo lo contrario al recorrido de su rival, que comenzó generando ilusión con la llegada de numerosos refuerzos bajo la gestión de Foster Gillet, pero que se fue desinflando con el correr de las fechas.
A eso hay que sumarle que Estudiantes jugó el miércoles en Chile por la Copa Libertadores, mientras que Central llega con una identidad clara y consolidada. Por eso, el pronóstico indica que serán los rosarinos quienes asuman el control del partido, con la intención de golpear de entrada. El Pincha, un rival incómodo por los nombres propios para un Canalla que finalizó como líder la primera fase, esperará agazapado: buscará pegar primero y luego administrar la pelota... y las energías.
Racing - Platense
La Academia fue de menor a mayor en la fase clasificatoria. Durante gran parte del torneo, dio la sensación de que su verdadero foco estaba en la Copa Libertadores y que este campeonato le resultaba casi una molestia. Sin embargo, aprovechó el parate por la fecha FIFA para encadenar una racha de buenos rendimientos y resultados que lo catapultaron al tercer lugar, algo impensado cuando restaban apenas cinco jornadas.
Hoy, Racing es el equipo más temido del cuadro: no necesita jugar bien para ganar. Hace uso —y a veces abuso— de su jerarquía, esa que suele resolver partidos incluso cuando el funcionamiento colectivo no aparece.
Enfrente tendrá a Platense, quizás el rival más incómodo para estos cruces mano a mano. La dupla Orsi-Gómez ha construido un equipo con identidad definida, muy táctico, que sabe cómo neutralizar pero también cuándo atacar y contragolpear.
Se espera un partido cerrado, de pronóstico reservado. Racing está obligado a no equivocarse ni a distraerse: cualquier error puede costarle demasiado caro.
Boca - Lanús
Si este cruce se hubiera jugado hace 21 días, el análisis sería muy distinto. En aquel entonces, el equipo conducido por Fernando Gago atravesaba una buena racha, con rendimientos individuales en alza, y aunque seguía generando dudas en lo colectivo, lograba imponer condiciones y forzar resultados. Hoy, en cambio, llega envuelto en un mar de incertidumbres —dentro y fuera de la cancha—, con un técnico interino, varios jugadores cuestionados y una identidad difusa. Juega a lo que sale y apuesta a que las individualidades salven al colectivo.
Enfrente estará un Lanús muy irregular, pero también muy peligroso. El equipo de Mauricio Pellegrino es de esos que parecen liquidados... hasta que sacan una mano de nocaut. Tiene jugadores inteligentes, con lectura táctica, capaces de amargar a cualquiera.
Para mí, la clave del partido estará en un duelo puntual: Delgado y Marcelino Moreno, los mejores de cada equipo, comparten sector en la cancha. Quien se imponga en ese cruce marcará el rumbo del partido.
Independiente - Independiente Rivadavia
Independiente fue la gran sensación de la primera mitad del torneo. Con un juego de posesión pero también muy vertical, supo imponer condiciones gracias a desequilibrantes como Cabral, Loyola, Montiel y hasta el explosivo Ángulo. Por momentos, fue un equipo temible. Pero la doble competencia y los viajes internacionales comenzaron a pasarle factura, tanto en lo futbolístico como en lo físico. Más allá de la goleada del miércoles en Uruguay, su nivel de juego ha mermado y lo que antes era arrollador hoy ya no lo es.
Del otro lado aparece la Lepra mendocina, que ha crecido desde la llegada de Alfredo Berti. Es un equipo con identidad definida: espera en campo propio y apuesta al contragolpe, sobre todo a partir de la velocidad de Villa y Sequeira. Puede darse un partido de ida y vuelta, vertiginoso, en el que será clave ver en qué sector se ubica Villa. Si le toca ir por el lado de Ángulo, el duelo promete chispas; si lo hace por el de Vera, puede complicar al Rojo y favorecer a los mendocinos.
También habrá que prestar atención al enfrentamiento entre Sequeira y Marcone: allí podría estar otra de las llaves del partido.
Argentinos Juniors - Instituto
Argentinos Juniors es, sin dudas, el equipo que mejor ha funcionado durante la primera fase del torneo. En su estadio no solo gana: impone condiciones y golea. El sello de su técnico, Nicolás Diez, es claro: buscar asociaciones, atacar siempre, pero con un detalle que lo distingue de muchos otros equipos —no se regala cuando intenta salir jugando. Construye desde secuencias cortas y veloces, con la pelota siempre bajo control y el rival corriendo detrás de ella.
Instituto, en cambio, atravesó un arranque difícil. Troglio tuvo un buen impacto inicial, pero el envión duró apenas tres fechas. A partir de ahí, el equipo se desmoronó. Entonces llegó Oldrá, y con su sapiencia y su serenidad, logró devolverle lo mismo al equipo: desde la tranquilidad empezó a construir una idea, similar en ciertos aspectos a la del Bicho, pero con mucho menos tiempo de trabajo.
Se anticipa un duelo de ataque contra ataque. No será necesariamente de golpe por golpe, porque los cordobeses seguramente buscarán bajarle el ritmo al partido. Pero no se van a olvidar del arco rival. Y van por el batacazo de los octavos de final.
Huracán - Riestra
Partido de pronóstico reservado. Huracán está teniendo un 2025 casi perfecto: clasificación anticipada a esta fase y puntero en su zona de Sudamericana. Sin embargo, llega tras haber jugado el jueves y podría no tener la reserva física suficiente para enfrentar a un equipo como el de Riestra, que hace del orden y el esfuerzo físico un auténtico culto. El conjunto de Pompeya se alimenta de los choques y los forcejeos, tiene poco fútbol, pero es muy oportunista. Si logra ponerse en ventaja, se vuelve muy difícil de doblegar.
Para mí, este será un partido muy cortado y disputado, con altas probabilidades de definirse en las pelotas paradas. Ambos equipos manejan bien esta vía y han hecho un gran porcentaje de sus goles gracias a ella.
River - Barracas
Las diferencias de jerarquía entre uno y otro son abismales, pero este es el cruce que más incertidumbre me genera. Los equipos de Insúa tienen un formato que incomoda a todos los rivales. Su 5-4-1 es inalterable y, más allá de su estructura, hace del aprovechamiento integral de los errores rivales su mayor virtud.
Es aquí donde nace mi duda: hasta la llegada de Mastantuono, el equipo sufría estos partidos, ya que no tenía fluidez en su juego. Además, ante cada contra se exponía y quedaba mal parado, lo que muchas veces le costaba sacar del medio casi sin darse cuenta. Será clave la paciencia que tenga para atacar, así como también la forma física con la que llegue tras el esfuerzo realizado el jueves en Guayaquil.
Con este panorama, reafirmo lo dicho al principio: es un partido de pronóstico reservado.
Veremos el martes quién sigue peleando por llegar a Santiago del Estero. Veremos si esta primera jornada de octavos y este formato llegaron para quedarse. Todo está en estudio y revisión, al igual que la continuidad de los torneos y la salud de los hinchas.
Buenos análisis Mariano.
Gran nota Mariano. Comparto lo que dice el forista anterior. Como se arreglan los clubes para estar 2 meses sin generar recursos genuinos?. Supongamos que ello le ocurre a San Lorenzo o Independiente (por citar dos casos conocidos). Los torneos son un desastre y la única parte atractiva que tienen son los play off. Pero viendo la película y no la foto, entiendo que algo tiene que cambiarse. No se soporta mas una competencia que lo único que hace es bajar la vara.