La conquista de los "payasos con guantes"
Los arqueros polacos se han convertido en una garantía bajo los tres palos y cada vez son más los equipos europeos que apuestan por sus servicios. Esta es la historia de su evolución.
Una frase puede cambiar la historia. “Es un payaso con guantes”, dijo el notable Brian Clough en su rol de analista en la TV inglesa en la previa del decisivo Inglaterra-Polonia rumbo al Mundial ´74. La referencia del entrenador no estaba dirigida a un boxeador, al margen del recordado cruce y show mediático con el mismísimo Muhammed Alí. El destinatario era el arquero polaco Jan Tomaszewski, hasta ese entonces conocido como Tomek. Pero todo cambiaría para ambos.
Tal vez esa frase de Clough se transformó en el inicio de una serie de sucesos que potenciaron la historia y la actualidad de los arqueros polacos. Tomaszewski fue el pionero y la actualidad ofrece una variedad asombrosa de buenos porteros nacidos en la tierra de Chopin: de los veintisiete jugadores que actúan en las cinco grandes ligas de Europa, siete son arqueros.
Paradojas del destino -y la actualidad-, Brasil es el otro país que reúne a siete porteros en las principales grandes ligas de Europa, siempre tomando en cuenta a los tres primeros arqueros de cada plantel. Portugal y Dinamarca son escoltas con seis y luego Argentina, Suiza, Serbia y Países Bajos completan el podio con cinco cada uno. Pero el auge de los arqueros polacos no es exclusivo de las grandes ligas. En las otras competiciones del viejo continente se repiten las cifras: entre Portugal, Países Bajos, Turquía, Grecia, Bélgica y Escocia hay diseminados otros siete porteros compatriotas.
La identidad es la base de una nación y allí radica parte de la explicación de este fenómeno: historia grande en un puesto muchas veces bastardeado, visión de futuro y perfeccionamiento además de una condición física natural sobre la que construir. El combo ideal para la actualidad de una selección que cuenta con material de sobra para custodiar su arco.
Tomek Tomaszewski llegó al 17 de Octubre de 1973 con su ritual de siempre: los guantes de pintor que le había obsequiado su suegro. Varios de los integrantes del equipo polaco habían participado en la conquista de la medalla de oro en los recientes Juegos Olímpicos pero en Inglaterra los trataban de amateurs. Aquel detalle pintoresco invitaba a darle la razón a un confiado público y periodismo inglés de cara al decisivo duelo que definía la clasificación mundialista. Pero aquella jornada, Tomek dejó de ser Tomek para convertirse en “El Hombre que detuvo a Inglaterra”. Con una actuación de antología, sería la pieza clave en el empate a uno, en el que sólo le marcaron de penal, para regresar a una cita mundialista tras ausentarse desde Francia 1938. Y en el Mundial la historia seguiría siendo positiva: fue el primer arquero en atajar dos penales -contra Suecia y Alemania- en una Copa del Mundo en la que los polacos obtuvieron un histórico tercer puesto.
Entre salvadas de pelotas imposibles y vuelos poco ortodoxos, aparatosos y efectivos, Tomaszweski construyó los cimientos del típico ídolo deportivo. El modelo a seguir. En diálogo con Insiders, el periodista Tomek Moczerniuk del prestigioso e histórico Przegląd Sportowy cuenta que “en 1982 llegó el turno Józef Młynarczyk, quien más tarde ganó la Liga de Campeones con el Porto y fue clave en el segundo bronce mundialista. En estos dos jugadores estaban los héroes de toda la afición: todos querían atajar y ser como ellos. Polonia no es un equipo ofensivo y, en los partidos contra seleccionados más fuertes, suele tener un planteo defensivo, por lo que el éxito depende en gran medida del portero. Por eso vale la pena ser arquero en Polonia: para tener un impacto real en los resultados y en los éxitos de tus equipos”.
La temporada 23-24 del fútbol de Europa ofreció un sorpresivo detalle: entre las principales cinco ligas, sólo un equipo llegó invicto a la fecha 14 de su campeonato. El Niza, de la mano del estratega italiano Francesco Farioli, cayó 0-1 con el Nantes y cortó una llamativa racha positiva. Con el eterno Dante como bandera defensiva, apenas le habían anotado cuatro goles antes de aquella caída. La gran revelación y participe necesario del enorme comienzo fue el arquero polaco Marcin Bułka. Ya sobre el cierre de temporada y luego de algunos prestamos para sumar minutos, Mónaco también confió en otro portero forjado en territorio polaco: Radosław Majecki.
La voz se corre en Europa y en Italia Łukasz Skorupski es una de las grandes figuras del Bologna que logró una actuación histórica en la temporada anterior. Es su tercer club en la Serie A después de haber defendido los tres palos de Roma y Empoli. Bartłomiej Drągowski también pasó por tres equipos de Italia antes de partir hacia el competitivo Panathinaikos de Grecia. Luego de nueve exitosas temporadas en el Calcio con Roma y Juventus, Wojciech Szczęsny le puso punto final a su carrera. Sin embargo, la confianza en el prototipo de arquero probado a todo nivel llevó al Barcelona a convencerlo de calzarse los guantes tras la lesión del alemán Marc-André ter Stegen. El Barça lo consiguió y ya lleva jugados diez partidos, con su equipo ganador en nueve y con apenas un empate.
“Somos conscientes de que existe la escuela polaca de porteros -insiste Moczerniuk-. También sabemos que contamos con cuatro o cinco arqueros de nivel para cubrir el puesto en la selección. Es un lindo problema”. Łukasz Fabiański (West Ham) y Jakub Stolarczyk (Leicester) son los guardametas que juegan en la Premier League de Inglaterra, mientras que Kamil Grabara actúa en el Wolfsburg de la Bundesliga alemana. Hay un detalle que no es menor y resalta el periodista: “Además, son jugadores baratos; se puede comprar un buen arquero polaco por cuatro o cinco millones de euros, cifra mínima para valores del mercado actual”.
Ante tanto potencial en el puesto, ¿cómo será enfrentarlos en la diaria? Camilo Villarreal es el último argentino que jugó en Polonia. El misionero pasó por cinco clubes y estuvo bajo el seguimiento de la federación local para sumarlo a sus seleccionados juveniles. “En 2021 me salió el pasaporte polaco, de allí es mi familia materna y surgió la primera oportunidad. No lo dudé y fui. Es un fútbol muy físico y táctico, a veces parece un juego de ajedrez. Es parecido al alemán”, narra a Insiders el futbolista que rumbeó para Grecia y defiende los colores del Rethymniakos de la tercera división.
En Polonia todo tiene que ver con arqueros. Villarreal fue solicitado por un medio local que intentaba probar como pronunciaría un hispanohablante el nombre y apellido de Szczęsny tras su llegada al fútbol español. “Son muy altos, van bien de arriba y también disciplinados. Todos los equipos tienen buenos arqueros”, explica el jugador que fue clave en el ascenso de Widzew Lodz en su primera experiencia polaca. En esa sintonía, el dote físico es un plus, pero sin preparación no alcanza.
Pero la historia no se detiene y el futuro asoma prometedor. Marcel Lotk nació en Alemania, pero jugó en todas las categorías juveniles con la selección de Polonia. Tiene 23 años y es uno de los arqueros del plantel del Borussia Dortmund II: ya fue cuatro veces al banco en la presente campaña de la Bundesliga. Oliwier Zych apenas pisa las dos décadas y es uno de los porteros del Aston Villa guiado por Emiliano Martínez. Hubert Graczyk, de 21, espera su debut en el convulsionado Manchester United luego de formarse en la Academia del Arsenal. Y en Francia, Bartosz Zelazowski escolta a Bulka en el Niza y con apenas 19 años es uno de los arqueros del plantel del elenco de la Costa Azul.
El notable entrenador neerlandés Leo Beenhakker se hizo cargo de la selección de Polonia en 2006 y la metodología de trabajo era bien rudimentaria y tradicional: los arqueros trabajaban con el grupo completo y luego recibían un peloteo posterior al entrenamiento. El DT que se lució en Ajax, Real Madrid y Feyenoord, decidió modificar esa estructura y encontró a la persona indicada: Andrzej Dawidziuk, un ex arquero que renegaba con la falta de centímetros y vio frustrada su carrera de futbolista tras una grave lesión. Dawidziuk fue el encargado de subir un nivel más en la puesta a punto de la preparación de arqueros.
Luego del trabajo inicial en la Federación de Polonia y la insistencia de Beenhakker, fueron ellos quienes llevaron la idea a UEFA y así surgió en 2014 el programa de entrenadores de porteros con licencia A. “Es algo que nos gusta mucho: en Polonia hay más de 60 entrenadores con esta licencia y más de 120 con la licencia de Portero B de la UEFA. Además, hay más de 100 estudiantes en la cola”, explica Moczerniuk.
Aquella frase -y otras tantas- de Brian Claugh formaron parte del desgaste en su relación con el presidente del Derby County que puso punto final a aquella etapa exitosa. Quién sabe, tal vez sin esos dichos se hubiese alargado la estadía en la casa de los Rams y los libros de historia no tendrían reservadas varias páginas para las hazañas del Nottingham Forest al mando del pintoresco DT. Esa frase también fue el punto de partida para Polonia y su mayor conquista futbolera: una notable escuela que recorre Europa.