Colapinto recargado
Franco Colapinto firmó en Zandvoort su mejor carrera en Fórmula 1, justo después de las duras críticas de Flavio Briatore. El argentino empieza a mostrar señales que podrían definir su futuro.
¿En qué va a redituar que Franco Colapinto haya tenido la mejor actuación de su campaña 2025 en la Fórmula 1 durante el reciente Grand Prix de los Países Bajos, en el legendario circuito de Zandvoort? De hecho, cinco días después de ese undécimo puesto que pudo haber sido, en realidad, una mejor posición puntable, el argentino está cediendo su butaca para que el estonio Paul Aron ensaye su coche durante la primera práctica libre del Grand Prix de Italia, en Monza, este fin de semana. ¿Se está cocinando algo de lo que no tenemos idea?
No tenemos idea. Lo que sí puede asegurar Insiders-News es que este reemplazo había sido previsto por el equipo ANTES de la carrera de Zandvoort y que el propio Franco había elegido a Monza como el lugar ideal para ceder su butaca de acuerdo a la reglamentación oficial de la F-1, que obliga a hacerlo una vez al año para que un piloto debutante haga experiencia. Tras debutar hace un año en F-1 precisamente en la pista cercana a Milan, dónde ya había vencido en tres oportunidades en categorías menores, Colapinto entendió que daba menos ventaja perdiendo allí una hora de ensayo.
Lo cierto es que tras las potentes declaraciones de Flavio Briatore el viernes de Zandvoort (“Quizás no era el momento de tener a Franco en la Fórmula 1. Creo que ya lo ví todo, no necesito ver más nada. Para él es muy difícil lidiar con este coche. Se esfuerza mucho, pero no es lo que espero de Colapinto”), el argentino produjo su mejor actuación a bordo del Alpine A525, lo que se vio reflejado en distintos indicadores, no solamente en la posición final.
Una vuelta de clasificación que fue, apenas, 210 milésimas más lenta que la de su compañero Pierre Gasly, la vara de medición del rendimiento del argentino. Eso representa un 0,3% más lento (del primero al último en la Q1 suele haber un 1,5% promedio). Colapinto adujo que pudo haber sido menor, ya que encontró tráfico en su vuelta más veloz, que le impidió acceder a la Q2. Lo cierto es que en la telemetría de su vuelta se advierte (ver gráfico) que en la anteúltima curva levanta por un instante el pie del acelerador: pudo haber sido el tráfico o, quizás, una nueva muestra de desconfianza en el A525.
Una carrera sólida en el pelotón, sin errores. Hubo desinteligencias sobre el momento en que Gasly lo dejó pasar en el final del Grand Prix, lo que le impidió al argentino alcanzar al francés Esteban Ocon para desalojarlo del décimo puesto, el último punto en juego. Pero lo cierto es que el argentino pudo pasarlo casi diez vueltas antes, en una maniobra en las curvas 11 y 12 que no terminó de concretar, y en la que Ocon recuperó su posición. Dada la dinámica final de la carrera, de haberse mantenido adelante del Haas nº 31, habría sumado su primer punto en 2025 sin necesitar la colaboración de su compañero.
Una última vuelta muy rápida -la cuarta más veloz de la carrera- con los tanques de combustibles casi vacíos y la ambición de alcanzar a Ocon. En esa vuelta 72 fue 2s082 más rápido que el piloto del Haas. Para dar una vuelta así se precisa mucha confianza.
En definitiva, lo que arrojó el Grand Prix a orillas del Mar del Norte fue una evidencia: Colapinto aprovechó el receso veraniego en Europa para comenzar a resolver de manera satisfactoria la ecuación que le planteaba el A525, un coche de características muy distintas al Williams que condujo en 2024 y con el que causó buena impresión.
“Estoy empezando a conectar mejor con el coche”, reconoció este jueves en Monza. “Estoy recuperando las sensaciones del año pasado. Aún queda mucho por hacer, pero en las dos últimas carreras, sin duda, me fue mucho mejor”. Y siguió: “No tuve confianza tan al principio del año, y creo que ahora el equipo, mis ingenieros, me han ayudado mucho a recuperarla un poco”.
Hasta el receso, le había sido difícil –o imposible- descifrarlo. Gasly sumaba puntos con ese mismo coche, de manera que ese era el techo. Durante el receso, la mayoría de los medios europeos que formularon sus rankings de la primera parte del 2025 colocaron al argentino bien a la cola de sus consideraciones. En Zandvoort hizo arquear algunas cejas.
Después de la carrera, usó los micrófonos para pasar alguna factura al equipo (“nos faltó hacer un mejor trabajo en equipo. Era muy fácil hacerme sumar un punto por lo menos), pero amortiguó ese disgusto en la previa de Monza. “El de Zandvoort Fue un buen fin de semana y estoy contento con cómo fue. En la carrera, el equipo hizo un buen trabajo de estrategia. Estuvimos muy cerca de los puntos; fue una pena no haber puntuado, pero estoy seguro de que pronto lo conseguiremos (...) Todo el equipo, tanto en la pista como en la fábrica, se esfuerza al máximo para que el coche sea más rápido”.
Ante una consulta de la entrañable colega Silvia Arias sobre su balance de este año, Franco respondió así: “Hace un año todo era nuevo y fue difícil acostumbrarse tan rápido. Ahora tengo mucha más experiencia, mucho más tiempo. Creo que ese paso de repente de tener que trabajar con 20 o 30 ingenieros en la fábrica, mientras que en la Fórmula 2 solo tenías una persona con quien hablar y obtener toda esa información, fue realmente importante. Este es un equipo enorme. Mucha gente se esfuerza mucho para que el coche vaya rápido. Son más de mil personas en la fábrica fabricando ese coche para llevarlo a la pista. Y creo que eso es lo mejor que he aprendido: a trabajar bien con todos y con el equipo, y a entender que para que salga bien, se necesita ser muy fuerte desde la base. Y creo que trabajar constantemente con el equipo es de gran ayuda para que el coche vaya rápido y haga lo que quieres. Eso es fundamental”.
En Monza cierra un círculo que puede proveerlo de mayor confianza: cumple un año en la Fórmula 1, aunque solo haya corrido 18 de las últimas 24 carreras. “Esta fue la primera pista en la que corrí el año pasado, así que a partir de aquí pasaremos a nueve circuitos que conozco. Es un placer volver a Monza, es una pista que me gusta y está llena de fanáticos apasionados”. Justo lo que necesita para un periodo crucial que decidirá su futuro.
La pregunta es: ¿llega a tiempo?
Hay cierto consenso en la prensa especializada de que el panorama de Colapinto hasta fin del torneo está relativamente despejado. Según publicó Formula One Management (FOM) en su cuenta de X, el argentino renueva carrera por carrera su continuidad; si eso es así, Zandvoort tendría que considerarse un cheque firmado por Colapinto y depositado en la cuenta de Alpine.
Ese panorama despejado tiene en cuenta que no hay, a la vista, candidatos evidentes para el reemplazo. Lo que no significa que no circulen los rumores.
El estonio Paul Aron, el mismo al que Colapinto derrotó en Imola compitiendo en F-2 el año pasado, pasándolo por afuera en la chicana de Tamburello, se enfrenta a una posibilidad importante al probar el A525 en esta primera práctica libre de Monza. Pero no hay un sponsor fuerte empujándolo. Desde lo conductivo, no supondría una mejora trascendente respecto de Colapinto si el equipo decidiera súbitamente el recambio. Inclusive, con la confianza que empieza a mostrar el argentino a bordo de su coche, el reemplazo podría ser un disparo en el pie en este momento del certamen.
Otras alternativas más lejanas hoy podrían imponerse en el receso. El nipón Yuki Tsunoda parece condenado a dejar RedBull a fin del torneo; seguramente será reemplazado por el ascendente franco-argelino Isack Hadjar, que acaba de bajarse del podio en Zandvoort después de una actuación muy convincente; el hueco que quedará en Racing Bulls será ocupada sin duda por el crédito británico Arvid Lindblad, que hoy tiene 18 años y que Herr Doktor Helmut Marko piensa que puede ser el sucesor de Max Verstappen.
Pero Tsunoda cuenta con el apoyo de Honda, la compañía que pagó 10 millones de dólares este año para que arrancara la temporada en Racing Bulls y otros diez cuando fue promovido a RedBull a partir del GP de Japón. Bien podrían los japoneses querer sentar a Tsunoda en la segunda butaca de Alpine. Tácticamente sería una maniobra brillante, porque entonces un empleado de Honda estaría corriendo con un motor Mercedes, con la chance de transmitir información valiosísima a su patrón sobre la competencia. Cuando se supone que la nueva unidad de potencia de Mercedes es la mejor de las que se construyen con el nuevo reglamento de 2026, esa posición es apetitosa.
Otra alternativa de menor nivel es la de Mick Schumacher, el hijo del siete veces campeón mundial, que ya corre para Alpine en el Mundial de Resistencia (WEC) y acaba de rechazar un trato para sumarse a Cadillac: aspiraba a algo más que a piloto de reserva. Schumacher no cesa en sus intenciones de regresar a la Fórmula 1 en la que corrió entre 2022 y 2023.
Del futuro debe encargarse el escocés Jamie Campbell-Walter, el manager de Colapinto, que tras Zandvoort volvió a emitir opinión: “¡Qué carrera! ¡Bien hecho, hombre!” tuiteó. “Piloteaste muy bien todo el fin de semana. Tu comportamiento después merece un gran aplauso. Nunca es fácil con tanta adrenalina, tener un micrófono delante y haber respondido a la perfección. Cada vez estamos más cerca, te merecías un punto hoy. Mantén la cabeza alta porque, digan lo que digan, estás dando lo mejor de sí. Nueve carreras en las que estamos igualando a Pierre y pisándole los talones, a la vez que trabajamos muy bien juntos para impulsar al equipo”.
¿Y qué puede hacer mientras tanto el argentino? Tiene su receta: “Seguimos trabajando duro en ello porque no es donde queremos estar. Estamos progresando mucho con el coche, pero creo que, en general, ha ido mucho mejor. Las dos últimas carreras han sido más competitivas. Demostramos que estamos muy cerca de los puntos. Así que aún queda mucho trabajo por hacer. Esta pista puede ser bastante difícil para nosotros con las largas rectas, pero creo que si lo hacemos bien y aprovechamos todas las oportunidades que se nos presenten, podemos tener un buen fin de semana”.
Y después quedarán ocho. Una larga, larguísima tanda de penales. El premio puede ser una butaca para 2026, pero… ¿Se disputará este cierre con el resultado ya puesto? ¿Acaso sabe algo Franco que nosotros no sabemos?
Esto es Fórmula 1.