Gracias por la vuelta
Bien para nostálgicos, la Copa Davis volvió a tener series apasionantes, mucho color y calor en el público y triunfos heroicos con el formato de local-visitante. No te vayas nunca.
Texto para nostálgicos. La Copa Davis que alguna vez amamos, la de las batallas épicas a cinco sets, la del calor y color de las tribunas, la ruidosa, la de grandes hazañas en las que el ignoto jugador le hacía partido o incluso le ganaba a un top, la del local y visitante, la del viernes, sábado y domingo volvió a tener una especie de revival. Se la extrañaba. Este fin de semana hubo una marcha atrás para melancólicos con los Qualifiers, que volvieron a un formato “tradicional” y desecharon los grupos de cuatro países en cuatro sedes para el regreso del mano a mano. Eso sí, con partidos al mejor de tres sets. Y la definición será un Final 8 íntegramente Bolonia, con dos zonas de 4 países. Todo no se puede…
España tal vez escribió la mejor noticia como equipo en la ronda. De local en Marbella y sin Carlos Alcaraz -se bajó tras el título en el US Open por estar cargado físicamente-, Alejandro Davidovich Fokina ni Marcel Granollers, levantó por primera vez en su historia un 0-2. Y lo hizo con un jugador Top del otro lado de la red como Holger Rune, quien llegó a tener match point en la serie con el 2-1 a favor ante Pedro Martínez.
"La sensación fue increíble. He luchado toda mi vida para estar aquí hoy. Entregué todo mi corazón, lo dejé en la pista", destacó el español, N°67 del mundo tras vencer al danés por 6-1, 4-6 y 7-6 (3). "Las sensaciones son completamente diferentes en la Copa Davis. Tal vez me pongo más nervioso, pero esta adrenalina me da una motivación extra para jugar al máximo", destacó en una Marbella que ardió el domingo y festejó los tres puntos, con el dobles del propio Martínez y Jaume Munar, que reaccionó a tiempo tras un primer set doloroso y lo ganó por 1-6, 6-2 y 6-3 y con la experiencia de Pablo Carreño Busta para el cierre de la serie ante Elmer Moller por un claro 6-2 y 6-3.
“Como capitán ha sido la emoción más fuerte”, destacó el histórico David Ferrer, al frente del equipo español desde 2023 y que movió la pieza justo a tiempo con el cambio de Martínez por Munar para el single que terminó dando vuelta la historia. “Se ha asemejado a la Davis de cuando yo jugaba, con la grada llena, animando, tensión en los dos equipos. Me ha gustado muchísimo. Como jugador, esas emociones son mucho más fuertes, lo vives desde un prisma intenso, pero como capitán es de las veces en las que he podido sentir algo por lo que jugué. Me alegra que vivan eso, el tenis es un deporte duro, y que puedan vivir eso como equipo me alegra”.
A casi 18.000 kilómetros de distancia, Raphael Collington escribía tal vez su historia más gloriosa a sus 23 años. El belga, 91° del mundo, había dado avisos hace unas semanas en Nueva York al vencer a Casper Ruud en cinco sets y el sábado en Sidney ratificó su momento al firmar su primera victoria ante un Top 10 ante Alex de Minaur por 7-5, 3-6 y 6-3 en el primer punto de la serie ante Australia. "Con la adrenalina y la energía del banco fue una locura. No sentía las piernas en absoluto. Fue un ambiente increíble y un partido de locura", destacó Collington tras apenas su tercer partido en la competencia, luego de sus dos derrotas en septiembre de 2024 ante Joao Fonseca y Botic van de Zandschulp.
Pero el fin de semana mágico de Collington tuvo un segundo episodio, ya con la serie 2-2 y con los aussies encendidos por la posibilidad latente de una gran remontada tras ver cómo Alexander Vukic se quedaba con el primer set por 7-6. Pero el belga tenía otros planes y terminó ahogando el grito del equipo capitaneado por Lleyton Hewitt. "Es un sueño. Fue muy difícil recuperarme de ayer", destacó tras el 6-7, 6-2 y 6-3 tras dos horas y 11 minutos de acción. "Fue duro mentalmente, pero aguanté y estoy muy orgulloso de mí mismo".
En Delray Beach se vivió otra serie apasionante entre Estados Unidos y República Checa, con cinco Top 30 y dos ex-número uno del mundo en dobles. Jiri Lehecka y Taylor Fritz pusieron el 1-1 inicial tras sus victorias ante Frances Tiafoe y Jakub Mensik, mientras que el segundo día arrancó con el festejo local en duplas de la mano de Austin Krajicek y Rajeev Ram ante Mensik y Tomas Machac por un cerrado 7-6 (6), 5-7 y 6-4. El momento de inflexión se hizo presente en el 4to punto de la serie con el duelo entre Fritz y Lehecka, los mejores singlistas de cada equipo. Más específicamente en el 4-4 y 30-30 del tercer set. Ahí el local estuvo a 6 puntos de sellar la contienda, pero el checo ganó los siguientes dos puntos con su saque y quebró para llevar todo a un quinto choque.
Todo listo para la alfombra roja para el ingreso de Mensik y su gran partido frente a Tiafoe, al que le aplicó un claro 6-1 y 6-4 para clasificarse al Final 8 que se jugará en Bolonia del 13 al 23 de noviembre. "No hablo solo por mí, sino por todo el equipo. Hicimos un trabajo increíble esta última semana. Yo fui el último en entrar a la cancha, pero durante los dos días todos dieron lo mejor de sí”, destacó el campeón del Masters 1000 de Miami. “Siempre creímos, incluso cuando hubo momentos difíciles. Estoy feliz por mi equipo”, resaltó el joven de 20 años y N°17 del mundo.
Para completar los choques, en Groningen, ante una marea naranja, Argentina se hizo fuerte desde las individualidades con un pragmático Tomás Etcheverry frente a Jesper de Jong, con el gran nivel de Francisco Cerúndolo para el 2-0 ante Van de Zandschulp y con una dupla de élite conformada por Horacio Zeballos y Andrés Molteni. Gran trabajo del capitán Javier Frana en la consolidación de un grupo sólido, que además contó con Francisco Comesaña en Países Bajos y, nombrados por el propio medallista olímpico en conferencia, con Sebastián Báez, Camilo Ugo Carabelli y Guido Andreozzi siempre presentes y a disposición.
En tanto, Corentín Moutet dejó de lado el show -y sus conflictos con la Federación- para comandar a Francia a la victoria en Croacia, Austria sorprendió a Hungría, de visitante, con un contundente 6-2 y 6-1 de Jurij Rodionov ante Marton Fucsovics en el quinto punto de la serie, mientras que Alemania apabulló a Japón por 4-0 en Tokio.
También hubo grandes emociones en el Grupo I, para dejar en claro que este sistema de local y visitante debe perdurar. Bulgaria, sin el lesionado Grigor Dimitrov, se dio el gusto de ver jugar a sus joyas juveniles Ivan Ivanov y Alexander Vasilev, número 1 y 2 del mundo en Juniors. Y fue Vasilev el que se puso capa de héroe para ganar sus dos singles, frente a Otto Virtanen y Emil Ruusuvuori. También en Suiza salió al ruedo Henry Bernet, en una parada nada sencilla: hizo su debut en la competencia con el 1-2 en la serie ante India y no le fue nada bien: derrota por 6-1 y 6-3 ante Sumit Nagal.
Menciones aparte para los latinoamericanos, con un gran clima en Chile, Perú y Ecuador. En Santiago, de la mano de Cristián Garin y Tomás Barrios Vera, el equipo de Nicolás Massú pasó sin mayores problemas a Luxemburgo, mientras que Ignacio Buse y Gonzalo Bueno hicieron vibrar a Lima con una serie espectacular: Bueno (209°) abrió con un triunfo en tres sets ante Nuno Borges (52° del mundo), mientras que Buse (112°) le pegó una paliza por 6-0 y 6-2 a Jaime Faria (115°); luego Buse, a quien ya empezamos a escuchar y seguramente lo haremos más seguido en 2026, selló el 3-1 derrotando a Borges también en tres parciales. Y, en Guayaquil, Ecuador no se quedó atrás con un enorme triunfo ante Bosnia luego del impecable 6-2 y 6-1 de Alvaro Guillén Meza (237°) ante Damir Dzumhur para el 2-2 y el punto final de Andrés Andrade (334°) frente Andrés Nedic (363°) por 1-6, 6-3 y 6-2.
No podemos dejar de lado la historia de Brasil en Grecia para completar el póker exitoso latinoamericano en el Grupo I, solo con la caída de Colombia por 3-1 en Eslovaquia. El team verdeamarelho podría haber quedado al límite, pero Joao Fonseca se anotó un triunfazo ante Stefanos Tsitsipas ante la atenta mirada de Novak Djokovic en Atenas, donde se encuentra residiendo tras meses de críticas de medios afines al presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, que lo tildan de "traidor" por apoyar las protestas estudiantiles contra el Gobierno. Con el 2-1 a favor en la serie, el brasileño estuvo 4-2 abajo en el tercer set y llegó a recibir 5-4 y 15-15. "Me dije a mí mismo que tenía que ir punto a punto y seguir siendo agresivo. Mi capitán me pidió que mantuviera una actitud positiva porque Stefanos iba a sentir la presión. Sabía que se iba a estresar en los momentos importantes porque no está ganando muchos partidos y eso fue clave", explicó en palabras recogidas por el medio Sports DNA de Grecia.
Historias de Copa Davis. Historias que recuperamos. Historias que no deberíamos perder.