Las Panteras, en la previa a Tailandia 2025: entre la ilusión y el desafío de profundizar la renovación
El seleccionado argentino femenino de vóley viajará este viernes para jugar un torneo amistoso como preparación. Una zona mundialista compleja y las bajas de jugadoras fundamentales marcan el contexto
No falta nada. O, mejor dicho, casi nada. Este viernes 8 de agosto, Las Panteras volarán hacia Corea del Sur, para jugar un torneo amistoso. Y el 22 de este mes debutarán en el Mundial de Tailandia 2025. Será, por cierto, la gran apuesta de esta temporada, luego de ganar la primera edición de la Copa América.
Después del histórico e inédito avance a segunda fase del Mundial 2022 –bajo la gestión de Hernán Ferraro- y las coronaciones en las ediciones 2023 y 2024 de la Copa Panamericana –bajo la conducción de Daniel Castellani-, el equipo argentino arrancó un 2025 para ilusionarse.
La creación de la Copa América, con puntos en juego para el ranking mundial, alimentaba la esperanza de ascender a la VNL 2026. Más tarde llegaría el primer Mundial de la nueva era.
La gran ambición de codearse con los mejores en la VNL el año próximo quedó trunca: Argentina ganó la primera edición de la Copa América en Brasil y se afirmó como segunda potencia de esta parte del planeta detrás de la Verdeamarilla pero la inasistencia de Colombia al torneo –un triunfo sobre las colombianas hubiera otorgado puntos esenciales- y la fabulosa campaña de Ucrania en la Golden League les dio a las europeas la plaza para la VNL 2026.
Ahora se asoma el Mundial, la gran cita celeste y blanca, frente a un escenario con unos cuantos interrogantes, por cuestiones propias y méritos ajenos.
Será, por contexto, un momento de quiebre: las más jóvenes tendrán la chance de dar el gran salto y profundizar la renovación iniciada por el cuerpo técnico que conduce Castellani.
CARENCIAS PROPIAS, DESPEGUES AJENOS
Por un lado, la Argentina no tendrá a dos de sus principales figuras de los últimos tiempos: Bianca Farriol y Candelaria Herrera, centrales y, en gran medida, termómetros anímicos en cancha.
Farriol, la mejor central de la Copa América, fichada por el Macerata italiano, sufrió recientemente la rotura de ligamentos y meniscos en la rodilla izquierda. Por su parte, la sanjuanina debió realizarse una cirugía en los meniscos de la rodilla derecha y completará su rehabilitación en su equipo de la NCAA estadounidense. Malditas lesiones.
Son, de manera evidente, dos bajas muy sensibles, a las que habría que sumar el reciente retiro de Yamila Nizetich, marca registrada en el equipo durante larguísimos años.
En Tailandia, Argentina volverá a ser dirigida por Facundo Morando, ya que Daniel Castellani aún atraviesa un tratamiento médico que le impide realizar viajes tan extensos. En territorio coreano, en la previa, jugará un torneo amistoso contra las locales, Francia, Suecia, Japón y República Checa.
Precisamente las checas completan el panorama que complejiza el futuro inmediato. Integran el grupo de Argentina en el Mundial y acaban de demostrar que pegaron un estirón.
En el Mundial pasado, la Selección se impuso 3-1. Fue un hito. En la Copa Challenger 2024, la historia cambió y las europeas ganaron 3-0. En 2025, las checas, asentadísimas, fueron la revelación de la VNL, con triunfos sobre potencias como Estados Unidos y Turquía.
Si al momento del sorteo del Mundial parecía un rival para un mano a mano que se definiría por detalles, ahora las checas lucen empoderadas y parten como favoritas.
LOS CIMIENTOS DE LA ILUSIÓN
Aunque aún no está oficializada la lista de viajeras, no debería haber muchas variantes respecto de quienes jugaron la reciente Copa América, de cuyo listado habrá que quitar, lamentablemente, a la lesionada Farriol.
La opuesta Bianca Cugno y la capitana Victoria Mayer son, quizás, las máximas figuras: la cordobesa fue la MVP y la máxima anotadora del torneo disputado en Brasil, en el cual la santafesina fue distinguida como mejor armadora.
Cugno, potenciada al máximo desde que asumió Castellani, es la carta fuerte en ofensiva: la “rompió” en las dos Copas Panamericanas que terminaron con coronación y sobresalió en la Copa América 2025 con 29 puntos en el juego decisivo contra Brasil –la Verdeamarilla disputó la Copa con su selección Sub 23- y un altísimo promedio de 20,5 en el torneo.
Elina Rodríguez (olímpica en 2021, mundialista en 2022: 28 años, 1,89 metro) fue una de las puntas titulares en la Copa América, acompañada por Bianca Bertolino, una de las mayores apuestas de este ciclo: 23 años, 1,84.
Daniela Bulaich (titular en el Mundial 2022: 27 años, 1,78) es la otra punta con buen recorrido internacional como para luchar por la titularidad. Candela Salinas (25, 1,80), la otra opción en el puesto, de acuerdo a las necesidades de cada partido.
Entre las centrales, sin Farriol ni Herrera, lo más lógico sería que la primera elección sea Avril García, una de las pibas de mayor crecimiento en estos años: cumplirá 21 años el día previo al debut mundialista y mide 1,84. Micaela Cabrera, de 20 años y 1,82, podría ser una de las alternativas, mientras que Brenda Graff, de 31 años y 1,87, es la otra alternativa.
Antonela Fortuna y María Agostina “la Peque” Pelozo son las dos líberos: se reparten, por especialidades, en recepción y defensa.
Para el doble cambio, en momentos puntuales o ante un bajón de Mayer o Cugno, asoman la armadora Azul Benítez (27 años, 1,69) y la opuesta Martina Bednarek (19 años, 1,86), otra de las joyitas de la nueva generación.
EL CAMINO MUNDIALISTA
En el inicio de la nueva era mundialista –antes se jugaban cada cuatro años, con 24 equipos, y ahora cada dos, con 32-, Tailandia 2025 tiene un formato muy simple, con ocho zonas de cuatro equipos. Los dos primeros de cada grupo avanzarán a 16º de final: ése será el primer escalón de los cruces camino al título.
En su zona, Las Panteras enfrentarán sucesivamente a República Checa (viernes 22 de agosto, a las 6.00, hora argentina), Estados Unidos (domingo 24, a las 9.30) y Eslovenia (martes 26, a las 6.00).
En principio, son rivales de tres estratos diferentes: una potencia mundial (Estados Unidos), uno que está en el segundo pelotón, como Las Panteras (República Checa), y otro que está detrás de las argentinas (Eslovenia).
Para obtener uno de los dos primeros puestos de la zona habría que ganar al menos dos partidos. Por lógica, para cumplir con ese deseo, debería vencer a Eslovenia y aspirar a ganarle a República Checa. ¿Y qué tan lejos estará Estados Unidos?
Según el calendario mundialista, el debut será, en gran medida, una bisagra gigantesca: República Checa (13ª en el ranking mundial) era, hasta hace poco tiempo, un rival parejo, pero ahora se alejó de Argentina (18ª en el ranking).
Frente a las europeas, Las Panteras consiguieron un histórico 3-1 en el Mundial 2022, que, sumado al 3-2 sobre Colombia, le dio al equipo argentino su festejado pasaje a la segunda fase. En aquel cruce contra las checas, Herrera sumó 18 puntos y Nizetich, Bulaich y la opuesta Erika Mercado terminaron con 16 cada una, mientras que Farriol aportó 8 tantos. Es difícil imaginar, en la previa al Mundial 2025, que entre las nuevas centrales aporten 26 unidades acumuladas. Tampoco está Nizetich. Los puntos de Mercado podrían llegar vía Cugno, en tanto que Bulaich está en el plantel y podría sostener su cuota, igual que Elina Rodríguez o Bianca Bertolino, quienes aparecen como posibles titulares.
RIVALES BAJO LA LUPA
Pero no se trata de pensar sólo en celeste y blanco. Las checas dieron un salto desde aquel momento, vencieron 3-0 a Argentina en la Copa Challenger 2024, torneo que ganaron para ascender a la VNL 2025: en la Liga de las Naciones de este año lograron triunfos celebradísimos contra potencias como Estados Unidos (27-25 el tie-break, en el Maracanazinho de Brasil, después de levantar 10 match-points) y Turquía (inclusive, con un set récord en contra: 4-25).
Además, vencieron a Corea del Sur (3-2), Bulgaria (3-0) y Tailandia (3-0), por lo que se consolidaron como revelación, para terminar la VNL en un meritorio 11º puesto.
Ese rodaje colectivo, con 12 partidos de VNL al máximo nivel, es algo que no tuvieron Las Panteras. Y las individualidades, ¿qué onda? Monika Brancuská, una opuesta de 20 años y 1,89, fue determinante en los triunfos rutilantes en la VNL, la capitana Michaela Mlejnková, 29 años y 1,85, fue pieza clave y la central Magdaléna Jehlářová terminó como una de las mejores bloqueadoras del torneo y Kateřina Valková, armadora de 29 años, estuvo entre las mejores en su puesto.
Contra todo eso –solidez colectiva, altos rendimientos individuales- deberán luchar las argentinas en un estreno mundialista con una pesada carga simbólica: allí se juega parte de la clasificación.
Estados Unidos (7º puesto en el ranking mundial), campeón mundial 2014 y semifinalista en el Mundial 2022, es una incógnita. Si llega completo, por supuesto, es un equipo temible. Se subió al podio en los últimos cinco Juegos Olímpicos: oro en Tokio 2020+1 y tres platas, en Beijing 2008, Londres 2012 y el reciente París 2024.
Sin embargo, parece estar en transición. Karch Kiraly, su entrenador hasta la final olímpica 2024, es ahora el técnico de la selección masculina y fue reemplazado por Erik Sullivan, quien apostó por la renovación en la VNL 2025. A la fase final de ese torneo llevó apenas tres jugadoras que estuvieron en los Juegos del año pasado: la capitana y armadora Jordyn Poulter, la receptora-punta Avery Skinner y la central Dana Rettke.
En principio, habría pocas incorporaciones de aquel equipo olímpico de cara al Mundial: sobresale, allí, la central Chiaka Ogbogu. El resto, por ahora, es una incógnita. ¿Cuán poderoso será el equipo estadounidense en Tailandia 2025? ¿Vale el parámetro de la VNL, en la cual ganó 7 de sus 13 juegos?
Eslovenia (26ª en el ranking, quinta en la Golden League europea 2025) será el último rival de la zona: llegar con chances de clasificación a ese partido sería un mérito enorme.
El desafío, a esta hora, parece mayúsculo. Una potencia como Estados Unidos y un equipo de notable crecimiento como República Checa obligan a Argentina a jugar al límite de sus posibilidades para mantener viva la ilusión. Desde el debut habrá mucho en juego.
Mientras Las Panteras piensan en armar las valijas para viajar a Corea del Sur para la gira previa, en el horizonte parece un Mundial que pondrá a prueba no sólo el presente celeste y blanco, sino también la plataforma de futuro para soñar con acercarse a las máximas potencias internacionales.