Lo viejo funciona, lo nuevo también
Crystal Palace, el club más viejo del mundo, consiguió un título que se hizo esperar. Conquistó la FA Cup con una mezcla de experiencia y juventud en diversas áreas para lograr su ansiado objetivo.
Resonante, brillante y llamativo. En un estadio de Wembley colmado por más de 84 mil espectadores, una figura destacaba entre los hinchas del Crystal Palace. El club del sur de Londres buscaba su primer gran título en la histórica final de la FA Cup ante el poderoso Manchester City.
La gigantografía de un abrazo interminable entre un padre y sus dos hijos fue la carta de presentación de una hinchada que aguardaba, con ansias, vivir un momento similar. Estar ahí ya era una tarea titánica: apenas dos subcampeonatos en esta misma competición antecedían semejante acontecimiento.
Otra de las copas inglesas, la Copa de la Liga, fue testigo del golazo de Darren Ambrose desde 35 metros ante el Manchester United. Aquella victoria en los cuartos de final de la edición 2010/11 quedó en la memoria. En las tribunas, papá Mark se fundía en un abrazo inolvidable con sus pequeños, Nathan y Dominic Wealleans.
El domingo 17 de mayo de 2025 se convirtió en una fecha imborrable para los hinchas de las Águilas. Pero para la familia Wealleans, la sorpresa fue doble: los dos hijos miraban incrédulos aquel recuerdo inolvidable —el abrazo con su padre—, ahora convertido en una gigantografía que se alzaba como carta de presentación de un cúmulo de ilusiones rumbo a lo imposible.
No tardó en hacerse viral la foto de los hermanos emulando aquel festejo, con la pancarta de fondo. Claro, el abrazo fue simbólico —o no tanto— ante la partida de Mark, en 2017, tras batallar contra un cáncer. Seguramente, desde algún lugar, fue testigo de la jornada histórica que vivieron sus hijos junto a una multitud de fanáticos apasionados del Palace, que celebraron la conquista del primer gran título en la historia de su amado equipo.
En marzo de 2023, las cosas no pintaban bien en el sur de Londres. El Crystal Palace había apostado por Patrick Vieira como entrenador al inicio de la temporada, en reemplazo del histórico Roy Hodgson, quien había puesto fin a una productiva etapa de más de tres años al frente del equipo. Sin embargo, la experiencia del campeón del mundo con Francia en 1998 no terminaba de convencer: tras 13 partidos sin conocer la victoria, el club decidió volver a lo seguro.
A los 75 años, el sabio de la tribu aceptó el desafío. El segundo ciclo de Hodgson comenzó el 23 de marzo, y el 1.º de abril se estrenó con un triunfo vital: 2-1 ante el Leicester. Fue el adiós a la extensa racha negativa del equipo, el puntapié para alejar la amenaza del descenso y el inicio de un cierre de temporada productivo: cinco victorias y tres empates en los últimos diez partidos del campeonato. No hubo dudas: lo viejo funcionaba.
Lo nuevo también. Tras una carrera repleta de experiencias diversas, Hodgson decidió ponerle punto final a su recorrido. Aunque aceptó dirigir al equipo una temporada más, los resultados comenzaron a decaer y, en medio de rumores sobre su posible despido, el entrenador fue internado por problemas de salud.
“Dadas las circunstancias recientes, puede ser prudente en este momento que el club planifique con antelación y, por lo tanto, he tomado la decisión de hacerme a un lado para que el club pueda presentar sus planes para un nuevo entrenador, como estaba previsto para este verano”, anunciaba en un comunicado, ya con el alta médica, el entrenador más veterano en la historia de la Premier League.
Andrew McSteen es un periodista independiente de Inglaterra que cubre el día a día del Crystal Palace desde hace 20 años. Aplica la vieja frase: “en las buenas y en las malas”. Sus trabajos pueden encontrarse en el tradicional South London Press y sus plataformas digitales, un medio fundado en 1865. Cuatro años más tarde, el Crystal Palace comenzaba su recorrido, aunque su fecha de fundación oficial sería en 1905.
“Roy siempre será recordado como alguien que puso a la institución en primer lugar y ayudó al club —en particular, al copropietario Steve Parish— cuando más lo necesitaba. Puede haber habido momentos en los que el fútbol en el campo no te mantenía al borde del asiento, y otros con comentarios poco acertados, pero Glasner y Parish continúan elogiándolo especialmente por la estabilidad que aportó al club en ese momento”, resalta McSteen sobre la figura de Hodgson, quien fue invitado especial en la final de la FA Cup y también asistió a la semifinal.
El pequeño pueblo de Schärding, en el sur de Austria, vio nacer hace 50 años a Oliver Glasner. Defensor que desarrolló gran parte de su carrera futbolística principalmente en el SV Ried, donde jugó durante casi veinte temporadas. Su primera experiencia como entrenador también fue en el club de sus amores. Tras una etapa como asistente de Roger Schmidt en el Salzburgo, le pidió a Ralf Rangnick —director deportivo de Red Bull en ese momento— una oportunidad como DT principal. Y se la concedieron.
En el LASK de Linz, también en Austria, tuvo el gusto de devolver al equipo a los torneos internacionales, lo que abrió la puerta al tradicional paso del fútbol austríaco al alemán. Wolfsburgo fue el primero en darle la oportunidad: en su primera temporada terminó séptimo y clasificó para la Europa League. En la segunda, el equipo fue cuarto y regresó a la Champions League por tercera vez en su historia.
La segunda etapa de Glasner en Alemania fue en el Eintracht Frankfurt. A pesar de un comienzo tumultuoso —con cambios en la junta directiva, en la dirección deportiva, una eliminación sorpresiva en la Copa local y un coqueteo con la zona de descenso en la Bundesliga—, un sprint furioso de resultados notables le otorgó el crédito y la confianza para construir un equipo que tuvo su gran momento en la consagración de la UEFA Europa League 2021-22.
“Él mismo admite que exige mucho a sus jugadores, pero está dispuesto a mantenerse firme. Desde el copropietario y presidente Steve Parish hasta los jugadores y fanáticos, todos coinciden en que ha cambiado su mentalidad y creencia de forma positiva. Un buen ejemplo de su personalidad es una anécdota que me contó el lunes. Después de unirse al club temprano debido a los problemas de salud del entrenador anterior, Roy Hodgson, Glasner notó que, tras una barbacoa en un día soleado luego del entrenamiento, estaba en su oficina cuando vio ‘… seis, siete u ocho jugadores sentados alrededor de la mesa, hablando, riendo y divirtiéndose juntos’, dos horas después de que la actividad terminara. Dijo que, desde ese momento, pudo ver que el equipo estaba ‘en el camino correcto’”, relata el periodista que siguió al equipo durante el merecido trajín de celebraciones en la ciudad.
El campeón Liverpool, en el tradicional Anfield Road, será el último desafío de la temporada para el Crystal Palace. Si gana, aún podrá aspirar a terminar en la novena posición y así lograr su mejor campaña desde la creación de la Premier League. El equipo llega tras siete partidos oficiales sin derrotas, un combinado que fue encontrando el funcionamiento y la convicción necesarios en el segundo semestre de la temporada.
Entre los grandes méritos del vigente campeón de la FA Cup se encuentra la capacidad de readaptarse y capitalizar la salida, antes de la temporada, de Michael Olise. La gran figura de la campaña anterior se fue al Bayern Múnich por más de 50 millones de libras esterlinas. La junta directiva y Glasner hicieron un gran trabajo, invirtiendo ese dinero en Ismaïla Sarr, Maxence Lacroix, Daichi Kamada y Eddie Nketiah; todos jugadores de rol que cerrarán el año futbolístico con más de treinta partidos disputados.
“Los equipos se arman de atrás hacia adelante”, reza uno de los grandes axiomas del fútbol. El Crystal Palace encontró en Dean Henderson a una de sus grandes figuras, y el arquero halló en Las Águilas el lugar para tomarse una revancha acelerada ante las críticas negativas que lo llevaron —bien de esta época— del mote de “arquero de futuro” a “promesa fallida” en un abrir y cerrar de ojos.
“La confianza en el sistema de Oliver Glasner por encima de cualquier formación fue clave —narra McSteen—. Tres centrales que juegan en todo el campo y con libertad para avanzar, lo que permite a los dos laterales —en particular a Daniel Muñoz— empujar hacia adelante y llegar a la espalda de los rivales. Esto se combina con dos centrocampistas defensivos, dos ‘números 10’ y la libertad de movimiento de Eberechi Eze, que causa problemas a los oponentes, así como la de Adam Wharton, la fuerza y definición de Jean-Philippe Mateta, el ritmo de Ismaïla Sarr y Muñoz, todos respaldados por el potencial portero número uno de Inglaterra”, cierra su análisis el periodista, mientras finaliza su cobertura del triunfo 4-2 ante Wolverhampton en una verdadera fiesta completa en Selhurst Park.
Cinco días antes de la final en Wembley, el club y el capitán Joel Ward anunciaron el punto final de una relación inolvidable. El defensor es el octavo jugador con más partidos en la historia de los Eagles y el primero en alcanzar los 300 encuentros en Premier League con esta camiseta. Como si fuera el cierre de un cuento soñado, fue él quien se encargó de levantar el ansiado trofeo.
El argentino Julián Speroni es otro de los grandes nombres en la historia del club. Es el quinto jugador con más presencias y el arquero que más partidos disputó con el Palace. Actualmente continúa trabajando en la academia como entrenador de porteros. Es uno de los tantos íconos en el recorrido del club que, por su rendimiento individual, bien hubiese merecido una coronación similar a la que hoy se celebra.
La cuota sudamericana no podía faltar. Fue en los últimos mercados de pases activos cuando Roy Hodgson aprobó la llegada de los colombianos Jefferson Lerma (con experiencia en el Bournemouth de la Premier League) y Daniel Muñoz (proveniente del Genk de Bélgica). Ambos se sumaron al equipo e inmediatamente comenzaron a tener rodaje y minutos importantes.
“Lerma fue una razón clave para que Dani se uniera al club seis meses después, ya que la dupla se estableció bien en el sur de Londres, hogar de una gran población colombiana con sus restaurantes, cafés y tiendas asociados.
Lerma ha impresionado particularmente en una variedad de roles, sobre todo cuando ingresó en la final de la FA Cup como defensa central para reemplazar al capitán Marc Guehi. Que nadie entrara en pánico cuando esto sucedió el sábado solo demuestra la estima que se tiene por Jeff”, remarca McSteen sobre la rápida adaptación del mediocampista colombiano.
Los elogios del periodista se replican en la gran labor de Muñoz, quien “los fanáticos simplemente no pueden creer lo bueno que es. Se ve reflejado en la gran cantidad de banderas y camisetas colombianas, es un testimonio de su popularidad. Aparte de todos sus otros atributos, incluidas sus capacidades defensivas y ofensivas, lo principal es su energía y ritmo. Incluso anoche contra los Wolves, en lo que fue esencialmente una fiesta, estaba haciendo corriendo al ataque sobre el final del juego. Todo esto por apenas 6,8 millones de libras. Increíble”, resalta McSteen.
Para el Crystal Palace llegará ahora un gran desafío: disputar una competición europea por segunda vez en su historia. La ya extinta Copa Intertoto (que otorgaba acceso a la Copa UEFA) fue su única experiencia previa, en la que perdió ambos partidos contra el Samsunspor de Turquía. La responsabilidad es mayúscula si se tiene en cuenta lo ocurrido esta temporada con varios equipos no acostumbrados a disputar competiciones europeas junto al torneo local: el Stuttgart quedó (por ahora) fuera de Europa, el Hoffenheim sufrió pero mantuvo la categoría y el Heidenheim jugará la promoción. Y eso solo en Alemania. En España, el Girona logró la permanencia a dos fechas del final. Y en Francia, el Brest coqueteó con los puestos de descenso al inicio de la campaña, aunque mejoró después, pero sin opciones de jugar torneos continentales.
El club más antiguo del mundo es el nuevo campeón de la FA Cup, con una mezcla equilibrada entre piezas clave de notable talento y trayectoria, y otras que aportan capacidad y frescura renovadora. Ya lo dijimos: lo viejo funciona, y lo nuevo también.