Walter Ribonetto, director técnico de Melgar: “Lanús fue mi casa desde el primer día que arranqué esta carrera futbolística”
Tras una semana de competiciones CONMEBOL muy positiva para los equipos peruanos, Walter Ribonetto charló con Insiders.
Perú fue el país que cosechó el mayor porcentaje de puntos en esta última semana de Libertadores y Sudamericana (66,7%). Sumó 12 de 18 unidades posibles, con un saldo de tres victorias y tres empates (dos de ellos a domicilio). Entre los tres clubes que ganaron, está el Melgar del “Tino” Ribonetto, el Alianza Lima de “Pipo” Gorosito, además del Universitario del uruguayo Jorge Fosatti. Las igualdades fueron obtenidas por Atlético Grau, con Ángel Comizzo al mando, por Cienciano, equipo que ahora tiene a Carlos Desio como entrenador, y por Sporting Cristal, en el regreso del histórico bicampeón de la Libertadores, el brasileño Paulo Autuori.
De los seis equipos incaicos que compiten a nivel internacional, cuatro son dirigidos por técnicos argentinos. De todos ellos, Walter Ribonetto es el que menos tiempo suma como entrenador principal. Pese a su corta experiencia, ha tenido un arranque muy valorable y prometedor como entrenador, habiendo tenido la oportunidad de dirigir, incluso en el plano internacional, a equipos de peso como Talleres de Córdoba y Melgar de Perú, club desde donde otro argentino como Néstor Lorenzo dio el salto a la Selección Colombia en 2022.
Y pensar que por muchos años, el “Tino” parecía estar escapándole a su destino de éxito en el fútbol. No en vano suelen decir que lo que está destinado a ser, siempre encontrará su camino. Después de muchas idas y vueltas que postergaron el “sueño del pibe”, comenzó su carrera como futbolista en Lanús a los 27 años, una edad en la que muchos ya hubiesen desistido. Pero el tren sí pasa más de una vez, sino pregúntenle a Walter, que dejó pasar varias oportunidades de abandonar las ligas regionales. Cuando por fin dio el salto, se mantuvo 10 años en el profesionalismo, jugó en cuatro países y hasta se dio el lujo de salir campeón en dos de ellos.
Insiders: Volvieron a la victoria ante Academia Puerto Cabello, por Copa Sudamericana. Lograron sostener el resultado, a pesar de la expulsión de Guzmán. ¿Fue el respiro que necesitaban?
Ribonetto: Fue una victoria importante, también por la manera en la que se dio el partido. Habíamos hecho un primer tiempo muy bueno desde el juego, positivo, presionando en campo rival, desde el funcionamiento, creando situaciones, podríamos haber hecho algún gol más. Cambió el partido con la expulsión de Lautaro Guzmán y terminamos sufriendo inmerecidamente, porque incluso con un hombre menos tuvimos situaciones para ampliar el marcador. Fue positivo porque necesitábamos el triunfo y porque seguimos en la pelea.
I: Empataron ante Vasco, el rival más duro del grupo, fueron injustamente goleados por Lanús y le ganaron a Academia Puerto Cabello. Teniendo en cuenta el desarrollo de los partidos jugados, ¿crees que podrían haber sumado más puntos en estas primeras tres fechas?
R: Contra Vasco da Gama hicimos un gran partido. Más allá de errores propios puntuales y de la jerarquía del rival, creo que merecíamos la victoria. En ese partido incluso erramos un penal. Fue un partido positivo, más allá del resultado. Fue importante no haberlo perdido. Contra Lanús también hicimos un primer tiempo muy bueno. Nos golpearon en el cierre del primer tiempo con el gol de Marcelino Moreno y apenas arrancó el segundo tiempo con el tanto de Salvio. Estábamos bien, habíamos sido superiores en el primer tiempo, pero eso no se había reflejado en la profundidad y en la finalización. Después de esos dos goles del rival, fue cuesta arriba. Queda el reflejo del resultado, pero no de la forma. En los primeros dos partidos, desde el merecimiento, nos podríamos haber quedado con algún punto más, pero sabemos que los partidos se ganan con goles.
I: Arrancaron de manera furiosa el Torneo Apertura con seis victorias en los primeros seis partidos y, luego, perdieron ante Universitario y Deportivo Garcilaso, otros que pelean bien arriba en el campeonato. ¿Melgar está para pelear el torneo hasta el final? ¿Puede dar el golpe a nivel local?
R: Sí, tuvimos un buen arranque. Creo que fue la primera vez en la historia que Melgar inició el torneo peruano con seis victorias al hilo. Fue importante porque, además, se dio jugando doble competencia. Tuvimos un traspié con Universitario, sobre todo en el segundo tiempo, y, luego, Garcilaso también nos dio vuelta el resultado. Fue inesperado.
Estamos metidos en la pelea por el torneo y seguimos peleando la Sudamericana. Creo que tenemos la posibilidad de pelear hasta el final. Vamos a dar pelea y competiremos en los dos frentes de la misma manera. Vamos a intentar clasificar a octavos de final de Copa Sudamericana y seguiremos con esta misma ilusión en el torneo local. Yo creo que hay que ir partido a partido. La idea es lograr algún objetivo y, seguramente, vamos a pelear el Apertura.
I: En algunos rincones de Latinoamérica se mira de reojo a los equipos peruanos. ¿Cómo fueron tus primeros días en Perú? ¿Con qué nivel futbolístico te encontraste?
R: Cuando llegué a Melgar me encontré con un grupo humano muy bueno. Un grupo positivo, con ganas de trabajar y de seguir creciendo. Desde el primer día que llegué hice hincapié en que le podíamos competir de igual a igual a cualquier rival, porque la calidad la tienen, porque juegan muy bien y porque en el día a día cada ejercicio, cada trabajo, lo realizan de muy buena manera. Les dije que tenían que creer en ello y no ser conformistas, que no tenían que creer que solo podían competir a nivel local. Nos mentalizamos de esa manera y hoy estamos compitiendo de igual a igual. Lo hicimos con Deportes Tolima y lo hicimos con Cerro Porteño, más allá de la magnitud de esos rivales, de su presupuesto y sus contrataciones. Nosotros les hicimos frente con lo que hoy tenemos, con jugadores de experiencia mechados con jugadores jóvenes. Hicimos hincapié desde el primer día en que podemos ser competitivos y podemos jugar de igual a igual, tanto en la liga local como a nivel internacional.
I: ¿Qué jugadores fueron los que más te sorprendieron cuando llegaste a Melgar? Mucho se habla en el continente de Kenji Cabrera, incluso se mencionó que clubes europeos lo siguen de cerca…
R: Cuando nos confirmaron como cuerpo técnico, estando aún en Argentina, hicimos un análisis del plantel con el que nos íbamos a encontrar. Vimos muchos partidos del torneo pasado y sabíamos que Melgar tenía jugadores importantes. No me refiero solamente a los chicos peruanos, sino también a los extranjeros, que son los que apuntalan a ese grupo de jóvenes o de locales. Este grupo tiene el liderazgo de los extranjeros, quienes también son importantes.
Nos propusimos potenciar a los Kenji Cabrera, a los Lazo, a los Tandazo, a los Ale Ramos, a los Barreda, a los Nuñez, a los Doy. Creo que a futuro hay jugadores importantes. Tienen que sostener el trabajo que vienen haciendo para que el día de mañana tengan la posibilidad de ser transferidos, no solamente para el bien de ellos, sino también para el bien del club. Es importante también vender y que el fútbol peruano pueda exportar jugadores.
I: Estuviste hace poco en la cancha de Lanús para el partido disputado por Sudamericana y en la previa te hicieron entrega de una camiseta en reconocimiento por tu paso por el club. Lanús fue el equipo que te dio la posibilidad de jugar en Primera División y es el club con el que saliste campeón de aquel recordado Apertura 2007. Imagino que fue muy emocionante para vos volver a esa cancha y reencontrarte con los hinchas de Lanús.
R: Sí, a ver, sensaciones raras. Yo ya había vuelto a la cancha de Lanús cuando trabajaba con Diego Dabove y era parte del cuerpo técnico de Banfield.
Fue emocionante volver a la cancha de Lanús siendo el entrenador principal de Melgar, enfrentarlos y tener el reconocimiento de Nicolas Russo, de Ale Marón y toda la directiva. Me hicieron entrega de una camiseta y yo también les entregué un presente de Melgar para ellos. Lanús fue el club que me abrió las puertas para hacer toda mi carrera futbolística profesional. Tuve 10 años de carrera y arranqué ahí. Salir campeón en 2007 después de 93 años fue algo muy lindo. Tengo los mejores recuerdos, fue una alegría enorme volver a pisar la cancha de Lanús.
Estoy sumamente agradecido a todos, a la directiva, a los excompañeros, a la gente. Para mí, Lanús fue mi casa desde el primer día que arranqué esta carrera futbolística, como jugador y también como entrenador, porque después de retirarme como futbolista en Talleres de Córdoba, arranqué mi etapa como entrenador en las divisiones juveniles de Lanús.
I: En tu etapa como futbolista, antes de llegar a Lanús, solo habías jugado en ligas regionales. ¿Cómo fue tu acercamiento al fútbol profesional? ¿Entendiste desde un principio que estabas ante una gran oportunidad?
R: Antes de llegar a Lanús, antes de empezar mi carrera profesional, jugaba en la liga del pueblo, en la Liga Regional del Sur de Corral de Bustos, y después, en la Liga Interprovincial de Chañar Ladeado.
Cai Aimar y Luis Aimar, su hermano, deciden darme la oportunidad de hacer una prueba en Lanús. Todos les decían que tenían que llevarme con ellos. Cuando agarran la primera de Lanús, de un día para el otro, se dio esa posibilidad. En primera instancia, Independiente, mi club, no me dejó ir porque teníamos que jugar una final a mitad de año contra Chañarense, su clásico rival. Después de ganar aquella final, Lanús se va de pretemporada a Necochea y, cuando terminan, me vienen a buscar otra vez.
De un día para el otro viajé a Buenos Aires y arranqué jugando amistosos: contra Colegiales en la cancha de Lanús y en La Plata ante Gimnasia, cuando Carlitos Griguol era su técnico. Me hacían pegarle de abajo, para ver cómo le pegaba la pelota.
El domingo teníamos que viajar a Salta para jugar un amistoso contra Juventud Antoniana, y le digo a Luis (Aimar): “No, Luis, empieza el torneo en Chañar”, y él me dice: “Vos te tenés que olvidar de Corral de Bustos y Chañar Ladeado, esta es tu última oportunidad”. Finalmente viajamos a Salta a jugar el amistoso. Hago un gol a favor que me lo anulan y hago un penal en contra.
El lunes, cuando volvemos a Buenos Aires, el Cai (Aimar) me dice que tenían que llamar a los dirigentes de Corralense, el dueño de mi pase, porque me iban a incorporar de manera definitiva al plantel profesional. Le digo: “Voy yo, yo voy a buscar los papeles”. Yo me quería volver… hacía una semana que estaba fuera de Corral de Bustos y ya me quería volver, no aguantaba más. Había un solo micro que iba de Buenos Aires a Corral de Bustos. Llegamos al predio de Lanús, terminamos de hacer el regenerativo, agarro el bolso y me voy a Retiro. El micro salía a las 5 de la tarde y yo a las 2 ya estaba en Retiro para irme, quería irme a Corral de Bustos. Llego, el martes juntamos los papeles y el miércoles vamos a Buenos Aires a firmar e incorporarme.
Ese año no había reserva y me tenía que formar con algún amistoso, con algún partido preliminar que se jugaba previo al encuentro de primera o en la semana. Ahí arranqué mi carrera, que fue desde julio del 2001 hasta julio del 2011, 10 años de corrido.
Anteriormente, en el año ‘96 tuve la posibilidad de ir a Brown de Arrecifes, pero debido al fallecimiento de mi papá no pude ir, no tenía ganas. En el año ‘98 había quedado en San Lorenzo, me había llevado Héctor Pitarch cuando estaba Jorge Castelli de entrenador. Me tenía que formar en Armenio, que era, en ese momento, una filial de San Lorenzo, y no quise, pegué la vuelta.
Muchas veces por no arriesgar o por pensar que estaba cómodo en el pueblo, que vivía bien con mis viejos, no creía que podía estar mejor y que podía vivir del fútbol. Finalmente, fue lo más lindo que me tocó pasar. Fue sorpresivo, pero lo valoré y lo disfruté mucho. Incluso, logré cosas importantes: en 2004 salí campeón del Torneo Finalización con Junior, gané el Apertura 2007 con Lanús y en 2010 ascendí a primera con Quilmes.
I: En estos últimos meses la historia de Diego Armando Diaz, el jugador de Unión de 23 años que debutó este año en primera división y convirtió un gol ante Cruzeiro por Sudamericana, acaparó todas las miradas. ¿Qué es lo más difícil de pasar del fútbol amateur al profesional? ¿El ritmo? ¿El físico? ¿Los cuidados diarios que exige el fútbol profesional?
R: Hoy hay más posibilidades de llegar a jugar en primera división porque la visoría, el scouting está en todos los lugares, en todas las categorías. Antes era más difícil que te puedan ver.
Hablando de lo profesional, del cuidado, hoy lo físico sobrepasó a lo técnico-táctico. Si no corrés, es imposible que puedas jugar, más allá de que después tenés que saber jugar con la pelota. Hoy los trabajos de gimnasio, las pretemporadas, los trabajos en campo son muy importantes. Hoy llegar a un club profesional es más fácil que antes, pero sostenerlo y mantenerse es complicado.
I: El hincha de Junior te tiene mucho cariño. Fuiste el héroe en aquel Torneo Finalización de 2004 convirtiendo el gol que les permitió llegar a la definición por penales, instancia en la que finalmente se consagraron campeones. ¿Qué recuerdos tenés de tu paso por Colombia?
R: El año 2004 fue un año muy atípico, muy raro, pero muy lindo porque pude ganar un título con Junior. En 2004 me fui a préstamo a Querétaro de México. A los 6 meses, la Federación Mexicana de Fútbol decide reducir la cantidad de equipos en primera a 18 y desafilia a Irapuato y a Querétaro. Tenía seis meses más de contrato, yo podía ir a cualquier lado y quería seguir jugando en el exterior. Había empezado de grande en el fútbol profesional y quería hacer una diferencia económica. Apareció la oportunidad de ir a Junior sobre lo último. Me llamó el “Zurdo” López, que en ese momento era el entrenador del club, fue el técnico del equipo campeón. Me incorporé a un club maravilloso y grande de Colombia y de Sudamérica.
Yo venía de una lesión y no había podido jugar ni semifinal ni la primera final de aquel Torneo Finalización de 2004. En la segunda final en Medellín, empecé en el banco. Habíamos ganado 3 a 0 de local, íbamos perdiendo 5 a 1 y en el global 5 a 4. Faltaban 3 minutos para que terminara el partido y yo ya estaba jugando de 9. Quedó una pelota ahí, boyando, de un centro y pude convertir el 5 a 5 en el global, forcé los penales. Pateé el cuarto penal, el quinto lo pateó Martín Arzuaga y gritamos campeón. Fue algo muy lindo. Fue muy loco, pero muy lindo. Quedar en la historia de ese club fue algo maravilloso.
I: ¿Te gustaría, en algún momento de tu carrera, reencontrarte con los hinchas de Junior? ¿Dirigirías al “Tiburón”?
R: A ver, primero, valoro mucho que Melgar haya apostado por mí, por nuestro cuerpo técnico, lo disfruto mucho. Valoro mucho el lugar que hoy ocupo, estar dirigiendo a un equipo importante de Sudamérica como lo es Melgar.
También disfruté haber tenido la posibilidad de dirigir a Talleres de Córdoba durante nueve meses, equipo de primera división de Argentina, en un fútbol competitivo, importante, disfruté dirigir en Copa Libertadores y haber logrado clasificar a octavos de final.
Disfruto hoy competir en Copa Sudamericana con Melgar. Valoro mucho el lugar en el que estoy hoy, lo disfruto mucho. Es día a día, no me quiero apresurar a nada, todas las posibilidades que se puedan dar a futuro se dan trabajando y, como digo siempre, el trabajo paga.
Me gusta, miro fútbol colombiano, miro fútbol chileno, uruguayo, ecuatoriano, paraguayo y del mundo, porque esta profesión, en algún momento, te puede llevar a cualquier país.
Seguramente, en algún momento. Los recuerdos que los hinchas de Junior tienen de uno como jugador, ojalá que también los puedan tener como entrenador, pero no me apresuro a nada. Estoy disfrutando de este lugar que ocupo hoy en este club tan importante, estamos en un momento muy lindo.
I: Siguiendo con el fútbol colombiano, desde Atlético Nacional en 2016 por Libertadores y Junior en 2018 por Sudamericana ningún club de Colombia llegó a la final de esas competiciones. ¿Por qué en los últimos años les está costando a los equipos colombianos llegar lejos en el ámbito internacional?
R: Yo creo que el fútbol colombiano tiene jugadores importantes, jugadores de jerarquía, pero necesitan hacer un clic para competir en el plano internacional. En el ámbito local lo hacen muy bien. Pueden competir a nivel internacional tranquilamente porque los jugadores los tienen, el talento lo tienen.
De hecho, es un país vendedor. Ni hablar del momento en el que está la selección nacional con Nestor Lorenzo a la cabeza. A nivel selección están en un momento importante. Hoy Colombia compite ante cualquier rival de la misma manera.
Hay que convencer a los jugadores de que pueden competir internacionalmente y lograr títulos a nivel continental.