La Selección masculina dio el golpe y sacó pecho en Polonia
La celeste y blanca, que bajó al N° 1 del ranking y campeón de la VNL, se quedó con la corona del torneo Memorial Wagner, en la cuenta regresiva para el Mundial 2025.
Agustín Loser recibe el trofeo, lo toma en sus manos y gira hacia sus compañeros, que están parados en el centro del podio. El capitán mece la copa de cristal como si fuese un bebé. La vuelve a alzar da vuelta hacia el frente. Todos alzan sus brazos. La Selección Argentina masculina de vóley acaba de hacer historia, al coronarse campeona del tradicional torneo Memorial Wagner en Polonia.
La cámara de la transmisión oficial enfoca a un hincha, que tiene una bandera argentina extendida entre sus manos en las tribunas del Tauron Arena de Cracovia. A su lado, una chica de camiseta celeste y blanca y peluca de los mismos colores saluda efusivamente cuando se descubre con la vista en la pantalla gigante.
“Dale campeón, dale campeón”, cantan los jugadores argentinos mientras caen papelitos dorados. Loser decide sostener la tapa del trofeo de cristal en una mano y la base, en la otra. Todos tienen sus brazos en alto. La sonrisa les ensancha los rostros.
De esa tarde inolvidable de domingo quedan otras imágenes imborrables, como las de Pablo Kukartsev, coronado como MVP del torneo, y Matías Sánchez y Joaquín Gallego, elegidos como mejor armador y mejor bloqueador respectivamente.
“La VNL dejó la certeza de que no hay certezas”, titulamos en Insiders el 23 de julio pasado. “A dos meses del Mundial, aún busca forma, solidez, nombres propios y certezas colectivas”, decía la bajada de aquel artículo.
Si la conclusión de la VNL era que no había conclusiones, la corona en el Memorial Wagner y el juego exhibido en las victorias consecutivas sobre Brasil (3-0), Serbia (3-0) y Polonia (3-1) permiten otras afirmaciones: de mantener este nivel, ningún equipo querría cruzarse con la celeste y blanca en el Mundial de Filipinas. Mientras avanza la cuenta regresiva para su debut mundialista –el sábado 13 de septiembre a las 23.30 frente a Finlandia-, la Selección plantó bandera entre las potencias y se llevó la corona ganándole el partido clave a Polonia, N° 1 del ranking mundial, campeona de la VNL 2025 y megapotencia planetaria en este siglo.
Aun cuando haya sido en un torneo preparatorio, la dimensión del triunfo se puede trazar en una parábola de 23 años y 34 enfrentamientos oficiales en los que Argentina apenas consiguió una victoria: un ajustado 3-2 en el Mundial 2018, en el cual los polacos defendían el título de 2014 y lograron el bicampeonato.
SATISFACCIÓN, POR LA CORONA Y EL JUEGO
“Estamos muy contentos, más allá de haber ganado el torneo. Siento que jugamos en un nivel muy, muy alto. Y supimos mantener ese nivel por mucho tiempo”, dijo Agustín Loser en diálogo con Insiders. “Es muy importante, porque en la VNL se había visto que éramos irregulares. Durante este torneo les ganamos a Brasil y Polonia, dos potencias contra las que tenés que jugar todo el partido en alto nivel”, agregó el capitán.
“Fuimos contundentes en ataque, funcionó muy bien el bloqueo y defensa, y también el saque. Estamos muy contentos y ésta es una motivación muy grande para seguir preparándonos para el Mundial”, completó el central mendocino.
Mesurado, como siempre, el entrenador Marcelo Méndez también expresó su satisfacción por la coronación en Polonia, un país en el que hizo historia con el Jastrzębski Węgiel, club con el que fue multicampeón y llegó a dos finales consecutivas de Champions y también consiguió un podio en el máximo torneo continental.
“Siempre es bueno ganar. Sabemos que fue un torneo preparatorio para el Mundial, pero mostramos buen juego y creo que todavía podemos mejorar algunas cosas para llegar de la mejor forma posible”, planteó en contacto con Insiders.
“Jugamos de igual a igual contra rivales muy importantes, que era el objetivo que nos planteamos para este torneo. Y la victoria siempre es bienvenida, porque le da más confianza a todo el grupo para encarar las dos semanas previas al Mundial”, concluyó.
CONSISTENCIA, LUCIDEZ Y BUEN VÓLEY
A lo largo de tres días de competencia, Méndez fue variando las formaciones iniciales para buscar la mejor fórmula de cara al primer Mundial de la nueva era. Lejos de la irregularidad que por momentos se vio en la VNL, Argentina se mostró muy sólida en lo colectivo, no sufrió bajones ni baches, y varios de sus jugadores dejaron en claro que tienen seguridad y confianza para brillar.
En ese rompecabezas de piezas intercambiables, cada movimiento potenció al equipo: los que entraron aportaron soluciones, potenciaron alguna acción o corrigieron algún desajuste. Se vio, de hecho, una fluidez y una alegría colectiva que no se percibía de manera constante y evidente desde la primera mitad de 2023.
Kukartsev, el MVP, está en el nivel con el que cerró una VNL récord. Sin la sombra de Bruno Lima –renunció a la Selección-, se siente respaldado y pleno para soltar su brazo pesado. Sánchez, que no había brillado en la VNL, pareció estimulado por la lucha interna –con el regreso de Luciano De Cecco hay tres armadores en el plantel- y mostró lo mejor de su repertorio. Gallego, el tercero entre los premiados en Cracovia, mostró sus cualidades y ganó algunos casilleros en la disputa con Nicolás Zerba para acompañar a Loser en la dupla de centrales iniciales.
Luciano Palonsky y el capitán Loser también brillaron en territorio polaco: son dos jugadores “distintos” y dejaron pinceladas de talento en estado puro.
Con algunas exquisiteces voleibolísticas, “Lulo” ratificó su excelente VNL y anotó 17 puntos contra la dificilísima Polonia. Loser, el capitán de la nueva era, plasmó sus atributos de liderazgo y pesó en bloqueo, ataque de primeros tiempos y saque. De hecho, cerró el Memorial Wagner con un festejadísimo bloqueo.
Luciano Vicentin, en principio titular por la punta con Palonsky, tuvo momentos de gran vóley y no sufrió bajones. Jan Martínez, muy consistente en recepción y defensa, puede ser solución momentánea o hasta salir de arranque si es necesario, lo mismo que Manuel Armoa, explosivo en la red y con un saque por demás agresivo.
El líbero Santiago Danani volvió a ser el de siempre, con su habitual despliegue y seguridad en recepción y defensa y su espíritu contagioso. Otro cimiento bien plantado.
El explosivo y saltarín Germán Gómez es la opción a Kukartsev como opuesto o para el doble cambio de cada set, junto con el experimentado De Cecco o Matías Giraudo: el armador cordobés también ingresó en algunos momentos puntuales en la red para compensar los centímetros que no tiene Sánchez y hasta se dio el gusto de meterle un tremendo a Wilfredo León.
El Mundial de Filipinas 2025 tiene un cuadro poco amable para la celeste y blanca –en octavos o cuartos de final se cruzaría con Italia, defensora del título mundial, o Francia, bicampeona olímpica-, pero después de observar el rendimiento colectivo de la Selección, ningún rival estará relajado si sabe que del otro lado de la red tendrá a esta sólida Argentina que paseó sus fortalezas por el Memorial Wagner.