Calendarios saturados, torneos nuevos, públicos con un sinfín de exihencias y un sistema que parece estar fuera de control. O todo lo contrario.
El fútbol al límite: el barco del qué nadie…
Calendarios saturados, torneos nuevos, públicos con un sinfín de exihencias y un sistema que parece estar fuera de control. O todo lo contrario.