Argentina en Filipinas 2025: el fin de una era y el desafío de sostenerse entre los 10 mejores del mundo
En el Mundial de las sorpresas, la Selección consolidó puntos para el ranking. La despedida del DT Marcelo Méndez marca el horizonte camino a Los Ángeles 2028.
Italia, un verdugo reiterado en Mundiales y Juegos Olímpicos, le puso el freno a la ilusión celeste y blanca en Filipinas 2025. La Selección Argentina masculina de vóley sufrió el poderío y la consistencia del rival y, sobre todo, el oficio de la Azzurra en los momentos decisivos de cada set, por lo que cayó en 3-0 en el cruce de octavos de final.
De manera paradójica, el primer Mundial de la nueva era –cada dos años, con 32 equipos- marcó el adiós del entrenador Marcelo Méndez, quien cerró la etapa más brillante de la historia del seleccionado nacional, con un bronce olímpico y una inédita coronación en el Sudamericano 2023.
Filipinas 2025 también enalteció la figura de Luciano De Cecco, quien jugó su sexto Mundial y quebró el récord internacional de participaciones desde la creación del certamen masculino en 1949. El armador argentino de 37 años ya es una leyenda del vóley mundial, aunque su impacto popular parece acotado en nuestro país, incluso después de haber sido abanderado argentino en la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos París 2024.
CONSOLIDADA EN LA ÉLITE
Aunque generó una lógica frustración, la eliminación en octavos de final no le restó méritos a la consolidación argentina entre las 10 mejores selecciones del planeta.
De hecho, la inolvidable victoria sobre Francia le dio el primer puesto de su grupo y engrosó una cosecha que, aun después del tropiezo contra Italia, dejó a la Albiceleste en el octavo puesto del ranking FIVB, un escalonamiento que incide en la percepción internacional y tiene impacto en futuras clasificaciones.
Por contexto, allí hay un mérito enorme, ya que cuatro de los top-10 se volvieron a casa de manera prematura (Francia, Brasil, Japón y Alemania) y otros tres sufrieron al menos una derrota en fase de grupos (Italia, Eslovenia y Canadá).
Dar vuelta el resultado en un debut complicadísimo contra Finlandia, una de las sorpresas de Filipinas 2025, y mandar a casa a los galos, actuales bicampeones olímpicos, en otro tie-break para el infarto, enaltecieron el recorrido mundialista argentino, más allá de la ubicación final, que por cierto no será brillante.
LA SATISFACCIÓN DE LUCIANO DE CECCO
“La verdad es que no me esperaba jugar tanto. Pero traté de hacerlo de la mejor manera posible”, planteó De Cecco en diálogo con Insiders después de establecer el récord mundialista. A los 37 años, y luego de su ausencia en la VNL 2025, el armador se sumó al equipo para el Mundial y arrancó como suplente: cuando el juego con Finlandia estaba 0-2, Méndez lo mandó a la cancha para revertir el resultado. Desde allí se transformó en uno de los jugadores más destacados de Argentina en el torneo, con unas cuantas “perlitas” que maravillaron al mundo.
“Pasé de querer dejar de jugar, en junio, a volver a disfrutar del vóley con la camiseta más linda de todas, la de la Selección. No puedo más que irme satisfecho de Filipinas. No me gusta perder, para nada, pero es parte del juego”, agregó el santafesino, que hizo su debut en Japón 2006, con 18 años, y completó su sexta participación a los 37, con 44 partidos mundialistas a lo largo de 18 años, 10 meses y 4 días.
“Fuimos de menor a mayor. En los partidos del grupo, sobre todo, fuimos evolucionando en calidad de juego y mantuvimos la misma intensidad y la misma entrega en cada punto, porque sabíamos que cada bola podía servir en un escenario de triple empate. De esa manera pudimos ganar tres partidos, todos difíciles y valiosos”, analizó De Cecco respecto del recorrido en la fase inicial.
“Italia jugó muy bien. Nosotros jugamos de igual a igual contra un equipazo, pero ellos pudieron mantener varios aspectos de juego durante mucho más tiempo. Ahí estuvo la clave”, plateó respecto del cruce de octavos de final contra la Azzurra, que ya había eliminado a la Selección en cuatro cruces de cuartos de final: el Mundial 1990 (3-0), los Juegos Olímpicos Atlanta 1996 (1-3), los Juegos Olímpicos Atenas 2004 (1-3) y la VNL 2023 (0-3).
LUCES Y SOMBRAS MUNDIALISTAS
La explosión y la confianza de Luciano Vicentin, máximo anotador del equipo en el Mundial, fue quizás la mejor noticia en cuanto al juego. Después de un debut para el olvido, “Luchi” reencauzó el río contra Corea del Sur, tuvo una actuación consagratoria contra Francia y sostuvo su alto nivel frente a Italia.
En compañía de Luciano Palonsky, el más rendidor y parejo en toda la temporada, incluidas la VNL y el Mundial, conformaron una dupla para hacerle frente a potencias internacionales. Contra les Bleus y la Azzurra lograron algo que parecía difícil en los últimos tiempos: que los dos receptores punta rindieran alto a lo largo de todo un partido, sin sufrir baches voleibolísticos o psicológicos.
La falta de contundencia de los opuestos pareció, en cambio, uno de los grandes dilemas en el cierre de la fase de grupos y en el cruce de octavos de final. Lo que al final parecía un escenario ideal cuando terminó la VNL no pudo plasmarse en Filipinas 2025.
La brutal irrupción de Germán Gómez, la seguidilla demoledora de Pablo Kukartsev en el tramo final de la VNL y la experiencia de Bruno Lima avizoraban una competencia interna feroz. Lima renunció a la Selección y Kukartsev tomó el poder: fue el MVP en la consagración en el Memorial Wagner en Polonia y naturalmente se ganó la titularidad.
“Kuka” pesó contra Finlandia y Corea del Sur, pero careció de contundencia frente a Francia e Italia. Contra los galos tuvo chispazos intermitentes y una seguidilla de puntos fundamentales en el tie-break, pero fue evidente que De Cecco necesitaba más de él en ofensiva, para no recargar juego en los puntas y, por ende, hacer previsible el ataque en los dos partidos decisivos.
El desparpajo de Gómez tampoco alcanzó la incidencia deseada contra franceses e italianos: le faltó explosividad para sumar en ataque, quizás por su falta de experiencia, ya que lleva apenas unos meses en la Selección de Mayores.
El protagonismo de De Cecco, no previsto por Méndez en principio, impidió la observar la inexorable y lógica transición entre los armadores, ya que el excapitán tendrá 40 años para Los Ángeles 2028 y, por consiguiente, sus chances de llegar a la cita olímpica suenan muy improbables.
Matías Sánchez, el número uno para el entrenador antes del Mundial y el mejor armador del Memorial Wagner, arrancó como titular pero fue suplantado en el 0-2 contra Finlandia y, desde allí, tuvo acotadísima participación.
En un esquema inusual de tres armadores en un plantel mundialista, Matías Giraudo tuvo ingresos puntuales por De Cecco para elevar el alcance del bloqueo pero no pasó de esas situaciones particulares.
AÑO CERO DESPUÉS DE MÉNDEZ
La definición del reemplazante de Méndez será clave para observar el horizonte de cara a los Juegos Olímpicos 2028. Los dirigentes de la Federación del Vóleibol Argentino (FeVA) seguramente se tomarán su tiempo para analizar candidatos y escenarios posibles, ya que el calendario 2026 recién se pondrá en marcha con la VNL.
Para el nuevo entrenador, el desafío será mayúsculo, no sólo por la inevitable comparación con la gran cosecha de Méndez, sino por la exigencia de resultados: tendrá que sostener a la Selección entre los mejores del mundo en un contexto de crecimiento sostenido de países que quieren meterse en el top-10 y, al mismo tiempo, deberá buscar la clasificación olímpica para decir presente en la misma sede en que Argentina hizo su debut en los Juegos, en Los Ángeles 1984.
Gracias Gabo por la cobertura y la buena onda! 🙌🏽🏐